Un grupo de limpiadoras se manifiesta, carteles y pancartas en manos, a las puertas del Ayuntamiento de Cádiz.
Manifestación del colectivo de limpieza de edificios municipales y colegios públicos de Cádiz de este martes 22 de abril. Foto: Eulogio García.

Las limpiadoras de Cádiz volverán a movilizarse el lunes tras el fiasco de la primera reunión con el Ayuntamiento

Exigen mejoras laborales en los nuevos pliegos

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El intento de diálogo con el Ayuntamiento de Cádiz con la plantilla del servicio de limpieza de edificios municipales y colegios públicos terminó en fiasco. De este modo, el colectivo retomará las movilizaciones que comenzaron esta semana.

La reunión celebrada, como aunició el propio alcalde, Bruno García,  en el Pleno, en la tarde del jueves 24 de abril entre el colectivo de trabajadoras de limpieza y el equipo de Gobierno municipal no ha dado ningún fruto.

Lejos de alcanzar un acuerdo o mostrar avances significativos, las representantes del sector salieron del encuentro con la misma sensación de abandono con la que entraron y que llevan denunciando desde hace semanas. Por eso, la respuesta será inmediata: el próximo lunes regresarán las movilizaciones a las puertas del Consistorio.

Las limpiadoras de dependencias municipales y colegios públicos de Cádiz, hartas de promesas incumplidas y de una interlocución institucional vacía de contenido, han decidido volver a la calle. Lo harán con la fuerza de quien ya ha demostrado estar dispuesta a que se escuche su voz. Porque no es una cuestión de diálogo formal, sino de hechos. Y, hasta ahora, el gobierno de Bruno García no ha dado ninguno, denuncian.

El desencanto se ha agravado tras una semana marcada por la movilización. El pasado martes 22 de abril, unas 70 trabajadoras del servicio de limpieza se concentraron frente al Ayuntamiento exigiendo condiciones laborales dignas. Con carteles y pancartas en los que se leía “Maite González y Bruno García se ríen de las limpiadoras” y “El alcalde ‘más social’ margina y maltrata a las trabajadoras”, denunciaron que el nuevo pliego de licitación del servicio no contempla las mejoras prometidas, a pesar de que sí está dotado económicamente. Para ellas, no basta con cifras: se trata de garantizar una vida laboral más justa, más saludable y más humana.