"Se ha abierto la puerta del salón y ha entrado una señora mayor que nos ha mirado y ha dicho: "Buenas noches" y ha ido en dirección a la habitación grande" decía el testigo.
En San Fernando, el 25 de septiembre de 1872, llovieron codornices, o así lo reflejó la prensa de la época en las páginas del diario "La Discusión", entre otros.
Lo inquietante se manifiesta en la razón por la que se celebró un enorme banquete para, posteriormente se hizo en tremendo sacrificio para, después, sellar el sitio y enterrarlo. ¿Una especie de tumba? ¿Superstición? ¿Miedo?
"En Stonehenge se han hecho muchas excavaciones buscando enterramientos y no se han encontrado. No era un lugar de enterramiento, era un lugar de fiesta" indica el periodista e investigador Javier Sierra.
Se encontraron restos de hogueras en su interior que dio una datación de unos 5.568 años ubicándolo en el 3.500 a.C.-4.000 a.C. (aproximadamente) siendo uno de los más antiguos de Europa.
Este hallazgo nos habla que en Andalucía hubo una mega fauna y que llegaron a coexistir con los antiguos pobladores ya fueran neandertales o sapiens más allá de la etapa interglaciar.
Se puede creer o no en el tablero de la ouija, cada uno está en su derecho y no soy yo quién para, narrándoles estas experiencias, tratar de convencerlo de nada pero, convendrán conmigo que, cuando menos es muy sorprendente.
Destaca en la iglesia la pila destinada al agua bendita, de forma octogonal que tiene tanta relación con la Orden del Temple y la Cruz de las Ocho beatitudes -preceptos templarios- y que está, sorprendentemente, sostenidas por lo que se ha denominado como "ángeles-atlantes".