La «casa encantada» por excelencia de Málaga, el Cortijo Jurado, ha sido comprado por Sinerba Holding con la idea de hacer allí un gran espacio de oficinas inteligencias y multifuncionales. Más de 20.000 metros construidos y 43.000 de zonas ajardinadas y abiertas. No se sabe si los responsables de la empresa saben de los hechos paranormales que los testigos han descrito que ocurren en su interior pero la noticia ha sorprendido a todos los amantes del misterio que tenían en este lugar un templo de la investigación y misterio.
Desde SUBA se indica que es una «propuesta revolucionaria que atiende la demanda generada como consecuencia de la evolución que la ciudad de Málaga está experimentado en los últimos años», en palabras de su director general Bartolomé Inglés, que también resaltaba: “desde la compañía estamos muy ilusionados con el desarrollo de este proyecto. Éramos conscientes de la necesidad de adaptar espacios de trabajo a los nuevos hábitos de la vida laboral, y a raíz de la pandemia consolidamos la idea de crear un espacio multifuncional».
La idea es hacer «oficinas atractivas a través del diseño, un cuidado interiorismo y una oferta de servicios que pretende convertir el hecho de ir a trabajar en una experiencia completamente distinta» fomentando “el trabajo de equipo, la socialización, el aprendizaje y el desarrollo de la creatividad”.
Un «lugar maldito»
Cabe recordar que Cortijo Jurado es un punto donde se han narrado muchas experiencias extrañas donde los testigos hablan de apariciones y de extrañas voces.
Está en la carretera hacia Campanillas, dominando todo desde un promontorio y la leyenda llega a superar la historia real del lugar.
Cortijo Jurado fue construido entre 1830 y 1840 por la acaudalada familia de los Heredia, riojanos de cuna que hicieron fortuna pero que en 1925, por problemas económicos, vendieron la propiedad a la familia de los Larios con la que tenían amistad y negocios. Posteriormente la adquirió la familia Quesada y en 1952 un médico de Valladolid, posteriormente fuero los Vega Jurado en 1975 de donde deriva el nombre.
En el año 2000 lo compraron con la idea de abrir allí un hotel pero no fructificó y quedó nuevamente abandonado.
La Leyenda
En este punto es donde comienza la leyenda y se dice que allí desaparecían chicas jóvenes entre los años 1890 y 1920, que serían asesinadas en terribles rituales satánicos y enterradas allí mismo o, en el mejor de los casos, aparecían a orillas del río Campanillas.
Se culpaba a los Heredia y se decían que había un entramado de túneles secretos por donde se perdían. Pero realmente todo es una leyenda que parte del año 1942 cuando un joven, Manuel Martín, dijo haber llegado a una sala con huesos y con maquinarias de tortura, el joven salió de allí corriendo. Mantuvo su testimonio pero jamás se encontró ni rastro de todo lo que decía haber visto allí.
El cortijo tiene galerías subterráneas pero dudosamente forma ese complejo de túneles y pasadizos que parecen más exageraciones que y se enmarca todo dentro de lo que es la «leyenda urbanas». Cierto es que hay pasadizos pero que no se pueden transitar más que unos metros pues están cegados y allí encierran un posible misterio.
En el aspecto más paranormal allí se han podido vivir hechos extraños por parte de investigadores, como José Manuel Frías o Antonio Pastor, en lo que han captado psicofonías o vivido fenómenos como la termogénesis -bajadas fuertes de temperatura-.
También hay testigos que afirman haber visto una silueta espectral en una de sus ventanas y materializarse una figura fantasma en el patio, allá donde se «encontrarían» los restos de las muchachas desaparecidas -entroncando con la leyenda- o en lo más alto del Cortijo.
Igualmente con una grabación, de un cortometraje, que fue muy accidentada y que concluyó con la caída de uno de los actores por un hueco del lugar y que «desapareció» con posterioridad.
Presencias, psicofonías, fantasmas y todo tipo de fenómenos extraños que parecen acompañar a un lugar destinado, en breve tiempo, a ser oficinas, ¿trabajarán tranquilos?