Los castigos a los niños traviesos en la antigüedad no han variado mucho hasta nuestra época o así se desprende de un hallazgo singular realizados por arqueólogos en la ciudad egipcia de Atribis.
Fragmentos de cerámica
Se encuentra en la orilla occidental del Nilo y se pudo encontrar casi 18.000 fragmentos de cerámica con diferentes tipos de inscripciones en lo que suponen muchos miles de trozos de alfarería que habrían sido reutilizados con un propósito muy especial.
¿Recuerdan cuando, en el colegio, le hacían escribir, como castigo, 100 veces algo en el cuaderno? Pues esto mismo nos encontramos en estas piezas de alfarería pues se repiten, una y otra vez, las mismas líneas con el mismo carácter tanto en su parte posterior como anterior.
Han sido los investigadores de la universidad de Tubinga, de Alemania, los que dieron con su significado desechando que fuera una cenefa ornamental pues, en realidad, era una línea a modo de castigo tipo «no volveré a ser malo en clase» -como ejemplo-.
Otros de estos trozos tienen listas de la compra, nombres o mensajes. En los pedazos de los estudiantes no tenían nada de esto, sólo el castigo en sí, no difiriendo demasiado de lo que hoy nos podemos encontrar -o hace unos pocos de años-.
Lenguaje de la época
En los fragmentos se pueden encontrar un tipo de lenguaje llamado «ostraca» con ejemplo de Atribis que son un elemento fundamental para saber que se empleaban tanto para escribir, como leer, hacer ejercicios, eran los «cuadernos» de la época.
El equipo de expertos, capitaneado por el egiptólogo Christian Leitz, indicaba: «Hay listas de meses, números, problemas aritméticos, ejercicios de gramática y un ‘alfabeto de aves’, donde a cada letra se le asignó un pájaro cuyo nombre comenzaba con esa letra».
Destacan también dibujos de escorpiones y de animales, así como de elementos geométricos o dioses.
El 80% de las inscripciones están en lenguaje demótico que es una variante del egipcio de la etapa tardía, en el «ostraca» no escolar también hay escritura griega y jeroglífica, es más extraño encontrar el árabe o el copto.
Este hallazgo pone de manifiesto aquello que a los malos estudiantes, en todas las épocas, se les ha impuesto castigos, algunos tan antiguos o actuales como los descritos.