Son muchos los seguidores de una curiosa serie de televisión que se llama «Stranger Things» y que tiene como creadores a los hermanos Duffer teniendo como fuente de inspiración los cómics y libros de los años 80 bajo el mismo nombre.
Pero en muchas ocasiones este tipo se serie, los poderes de Eleven, tienen un «vestigio» real como es un caso que sucedió hace décadas y que inspiró al creador de «Stranger Things».
Inicialmente la serie no se iba a llamar «Stranger Things» sino «Montauk» que se basaba en un experimento real como fue el «Montauk Project» y que fascinó a los hermanos Duffer hasta el punto que se informaron de todo lo relacionado con el mismo y que tenía un puntal de información básico como el libro «The Mountauk Project: Experiments in Time» (1892) escrito por Preston B. Nichols.
La información estaba argumentada en las investigaciones del autor y del testimonio de un hombre llamado Al Bielek que decía haber sido un «conejillo de indias» del gobierno y que le eliminaron un porcentaje de su memoria.
El experimento Filadelfia
El caso está relacionado con otro gran proyecto como fue el «Experimento Filadelfia». En 1943 la Armada de Estados Unidos se afanaba por desarrollar la tecnología que le hiciera invisible a los radares alemanes (IIª. Guerra Mundial) y experimentaron con fuertes campos electromagnéticos, al llevar a cabo el experimento sucedió algo inesperado: el barco de hizo invisible y la tripulación sufrió serios problemas que algunos pagaron con su vida.
Al Bielek vio la película «El Experimento Filadelfia, de Stewart Raffill, y tuvo un «flash» en el que llegó a la conclusión que sus recuerdos habían sido eliminados, buscó ayuda de especialistas y con la terapia adecuada comenzó a recordar. Su nombre real no era Al Bielek sino Edward Cameron y participó junto a su hermano Duncan en una serie de experimentos durante más de dos décadas.
Sobre el “Experimento Filadelfia” escribí en otro artículo en CádizDirecto: “El USS Eldridge o DE-173 sería el destructor elegido para esta particular misión. Las pruebas con los equipos y el propio equipamiento del barco comenzaron en el verano de 1943. La primera prueba se realizó el 22 de Julio de 1943, se accionaron los generadores y una neblina verdosa envolvió al barco que comenzó a desaparecer ante el radar (simplemente) de los observadores militares que presenciaban la práctica sobre la invisibilidad.
Los efectos sobre la tripulación fueron simplemente de mareos y náuseas. Se decidió aplicar más potencia a los generadores y realizar una nueva experiencia el 28 de Octubre del mismo año. En esta ocasión el destructor fue envuelto en esa misma neblina verdosa y un relámpago azul lo atravesó, el buque desapareció de la vista de todos apareciendo en Norfolk (Virginia) a 600 kilómetros de Filadelfia, donde muchos testigos afirmaron haber visto aparecer al USS Eldridge, emprendiendo así un viaje de teletransportación accidental que ni los mismos científicos llegaban a entender.
Los efectos sobre la tripulación fueron inmediatos: cayeron enfermos, sufrieron enfermedades mentales, a otros se les declaró esquizofrénicos… Pero los que más lo padecieron fueron aquellos que desaparecieron, o sufrían desmaterializaciones espontáneas o simplemente se fusionaron con el casco del buque de forma horrible… Una historia que parece más de ciencia ficción que real.
Sin embargo en 1955 el astrónomo y científico a la vez que escritor Morris K. Jessup publicó un curioso libro llamado El Caso de los OVNIs (The Case for the UFO). En esta obra Jessup hablaba del presunto sistema de propulsión de los objetos voladores no identificados, de la antigravedad, del electromagnetismo, etc. Un año después, en 1956 (13 de Enero) comenzaría a recibir cartas de alguien llamado Carl Allen o Carlos Miguel Allende, que –supuestamente– habría sido testigo del experimento y desaparición del USS Eldridge desde la cubierta del barco donde estaba enrolado, el SS Andrew Furuteh” y que da una idea de la profusión de datos existente al respecto.
Stranger Things
Duncan desarrolló poderes psíquicos y podía mover objetos con la mente y aquí es donde los Duffer comienzan a hilar con «Stranger Things». Así Duncan podría encontrar a personas con solo tener un objeto de ella o poder trasladarse y oír o ver «por sus ojos» gracias a tener este desarrollo tan increíble.
En “Stranger Things” hay de todos, hasta monstruos y, nuevamente se bebe en fuentes reales (aunque la veracidad de la información sea muy relativa y cuestionable). En referencia a ello tenemos el llamado ‘monstruo de Montauk’: una extraña criatura fue fotografiada en 2008 en una playa en Montauk, en el estado de Nueva York.
La imagen dio la vuelta a Estados Unidos y muchos medios se hacían eco de las hipótesis barajadas sobre aquella extraña criatura, a modo especulativo se dijo que era un alien, un experimento de laboratorio. Pero poco tiempo después se supo que un hombre, que pidió permanecer en el anonimato había admitido que estaba detrás del engaño.
Los Cameron no fueron los únicos participantes de tal experimento y otros niños fueron parte del mismo, así en «Stranger Things» son varios los niños protagonistas de la serie (Eleven significa once) y se abren canales a diferentes poderes y saltos en tiempos. La relación entre el Montauk Project y sucesos paranormales son evidentes y, de alguna forma, es el hilo que une la «realidad» del experimento con la trama central de la serie.