Cuando se habla de «chica de la curva» suele, por lo general, pensarse que se trata de una leyenda urbana, de relatos y hechos ficticios que, rara vez, nos podría «tocar» a nosotros vivirlo. Pero en ocasiones la realidad supera a la ficción y ante ello nos encontramos en una carretera de Cádiz.
Es lo que le ocurrió a nuestro protagonista, a Ismael Santos. Él mismo me lo narraba así esta pasada madrugada: «Sería las ocho de la noche y estaba llegando con mi familia a Conil donde tenemos una casa. Me he cogido unos días de vacaciones que me debían y como las gemelas son chicas pues podemos tomarnos esa libertad sin estar pendientes de colegio ni nada. La cosa es que llegan a Conil, a unos 10 kilómetros o 12 como mucho, con poco tráfico por que siempre tiro por detrás, vi algo en la carretera. Mi mujer me dijo: «Ten cuidado que hay algo allí delante», y con ello aminoré la velocidad del coche» decía.
Experiencia paranormal
La noche era clara y hacía buen tiempo «no sabía bien que podía ser, desde lejos parecía alguien con un anorak de color verde y vaqueros. Entonces al ir acercándonos lo vimos un poco mejor y comprobamos como era un chaval que caminaba por el arcén, iba sólo, no llevaba mochila ni nada y al pasar por el lado nos dijo con las manos como que frenáramos, me extrañó esa indicación pero, sin saber como, pues frené casi sin darme cuenta. El coche se quedó parado y delante nuestra pasó un burro oscurito, tal vez negro o pardo, la cosa es que le dije a Ana: «Si no me llega a avisar el chaval me trago al burrito», y entonces al ir a mirar donde estaba el chico pues no estaba» recordaba.
«Mira, me bajé del coche y miré bien por donde podía estar, pero no hay un sitio donde se pueda esconder tan rápido, cogí la linterna que llevo bajo el asiento, que es potente y no había nadie y tampoco y sitio donde esconderse. Me resultó sorprendente, la verdad, de alguna forma nos había avisado pero se había esfumado. Vete a saber si nos salvó la vida incluso» decía con la «carne de gallina» mientras lo narraba.
«Sólo te puedo decir que hice alguna indagación, por deformación profesional, y me dijeron que allí se decía que se veía una «chica de la curva» pero en mi caso lo que vi fue a ese chaval y agradecido le estoy, créeme. Sea lo que sea le estoy agradecido» finalizaba.
No es la primera vez que se tiene constancia de una aparición benefactora, como ya se ha ido narrando en CÁDIZDIRECTO, otras ha habido igualmente positivas para el conductor como en un caso en la localidad de Constantina, en la Sierra Norte de Sevilla. No es fabulación de la persona máxime cuando su acompañante vio lo mismo. ¿Realidad o ficción? No cabe duda, ninguna, que la experiencia que tuvo nuestro testigo es totalmente real. ¿Su naturaleza? Todo un misterio.