Hay experiencias que rayan en lo increíble, máxime cuando viene a suceder a una persona que no cree en fenómenos paranormales y que considera, que todo tiene una explicación lógica.
La experiencia de Ángel Rodríguez
Es lo que ocurre con Ángel Rodríguez, una persona de formación académica científica, ingeniero de profesión y cuyas creencias están muy lejos de estar alineadas con el mundo del misterio, sin embargo le vendría a ocurrir algo que él no sabe explicar y para lo que pidió ayuda. Al concluir una de mis habituales rutas de misterio por la ciudad me decía: «¿Tienes unos minutos? Te querría contar una cosa que me ha pasado y no le encuentro explicación ninguna. He venido expresamente a verte y ya, de camino, a disfrutar de este recorrido que nos has hechos tan entretenido» con gran cordialidad.
Nos sentamos en la Plaza del Museo y le dije que me contara, junto a su esposa me decía: «Mira, es algo muy raro. Hace una semana nos desplazamos a Sevilla para hacer unas compras y ver a su hermana que vive aquí. La cosa es que estuvimos hasta la tarde desde por la mañana. Cuando eran las ocho y media decidimos salir ya para Cádiz, una horita y pico de viaje y estar en casa antes de las diez, si puede ser. Nos pusimos en camino e íbamos charlando, lo normal, la autopista adelante y para de contar, la cosa es que pasamos el cruce de Las Cabezas y Lebrija, seguimos para delante y llegar a Jerez, al cruce, y seguir para Cádiz, lo normal. Bueno, pues hubo un momento en el que, en un abrir y cerrar de ojos, no sabíamos dónde estábamos. La autopista ya no era la autopista y la posición que teníamos no sabíamos la que era» contaba.
Un punto de una carretera ‘desconocida’
«Yo paré el coche, estábamos en una carretera nacional, no había nadie, ningún otro coche y no sabíamos dónde estábamos» decía Ángel. Isa, su esposa, añadió: «Un poco perdidos y aturdidos por lo que estaba pasando le dije que iba a buscar la posición en el móvil, le di a Google para una ubicación a tiempo real y estábamos en una carretera entre Dos Hermanas y Los Palacios, y eso es imposible porque nos quedaba nada para pasar Jerez, que era lo siguiente que dejábamos a mano derecha. Nos quedamos helados y sin saber que hacer diciendo que era imposible y con los nervios lógicos, era imposible» sentenciaba.
Se pusieron en camino de Cádiz de nuevo, retomaron la autopista y llegaron, con el retraso consecuente, a la ciudad. Por todo ello, tratando de razonar, no le encontraban explicación posible «por muchas vueltas que le hemos dado, no nos lo explicamos, aparecimos en un sitio diferente. Te escuchamos hablar de esto en Canal Sur el otro día y vimos que se parecía mucho a lo que nosotros vivimos» comentaba.
¿Qué pasó en esta carretera y con este matrimonio? Bajo mi punto de vista es inexplicable lo irracional está de manifiesto.