En este periodo de vacaciones son muchas las personas que eligen entre la playa y la sierra, dos lugares magníficos para desconectar y pasar unas jornadas en la que se olvide el trabajo del año y el estrés que, en muchas ocasiones, ello conlleva.
Pero las vacaciones pueden llegar a ser traumáticas si se producen hechos que son indeseables o que no se pueden logar entender. Algunos de ellos son realmente impactantes y tienen que ver con fenómenos extraños que, voluntaria o involuntariamente, pasan en torno a quién se convierte en víctima propiciatoria de todo ello.
Casa rural y fenómenos extraños
Un ejemplo lo encontramos en Toni y su grupo de amigos que vivieron una situación que fue realmente extraña: «Mira, he regresado ahora de unas vacaciones en una casa rural en la sierra de Cádiz, y nos pasó algo que fue realmente impactante la penúltima noche que estuvimos allí. A nosotros esto del misterio no nos gusta a ninguno. Éramos tres parejas y no queríamos más que descansar del año que ha sido intenso. Por eso pensamos en cambiar un poco y en lugar de playa irnos a la sierra. Las niñas fueron las que se encargaron de todos los preparativos y de alquilar el sitio y demás» contaba Toni.
«Yo no quiero notoriedad con esto ni quiero salir en ningún sitio, pero lo que nos pasó no lo entendemos. La casa estaba muy bien, tenía hasta su piscinita y el sol pegaba fuerte eh. Además pillamos los días estos de tanta calor y se agradecía. Por la noche nos tomábamos unas copas, jugábamos a las cartas o a juegos, charlábamos hasta tarde y el pueblo una delicia, pintoresco y con una gastronomía espectacular. Con todo eso pues era genial. Pero a lo que voy, una noche nos pasó esto que te voy a contra y fue lo que me motivó a buscar información encontrando un tema parecido en «Cuarto Milenio» que lo trató Iker Jiménez y dos artículos tuyos y un programa de radio. Así que busqué y al que encontré más accesible fue a ti» me confesaba Toni sin contar lo que había sucedido.
Los fenómenos inexplicables se suceden
Entró en materia diciendo: «Era la penúltima noche allí y serían las 2 de la mañana, estábamos cansados y entonces decidimos ir a dormir. Cuando llevábamos cinco o diez minutos en las habitaciones sentimos la televisión que se pone en marcha. Entonces yo y Paco nos asomamos a la puerta y dijimos: «¿Se ha quedado alguien en el salón?». La cosa es que fuimos y allí, salvo la tele puesta pues no había nadie. La quitamos y antes de entrar en los dormitorios estaba de nuevo encendida. Entonces Paco se volvió y dijo: «Esto es que se ha vuelto loco el mando o algo» y lo desenchufó. Me dijo: «Ya no suena más, lo he desenchufado», volvimos a los dormitorios y suena a toda potencia la televisión en el salón. Salimos ya los tres y cuando llegamos al salón la tele enchufada y al máximo de volumen. Directamente lo quitamos. Las niñas nos dijeron que qué era lo que estaba pasando y le dijimos que no lo sabíamos. Entonces las luces comenzaron a encenderse y apagarse solas hasta que llegó un punto en el que nos asustamos más de lo que ya estábamos» contaba cariacontecido Toni.
Le consulté sobre lo que hicieron: «Realmente cuando se calmó aquello las niñas comenzaron a decir que a ver si allí pasaban cosas raras. Merche, la novia de Paco, dijo que ella había escuchado de una casa rural donde pasaban cosas pero no creía que fuera verdad. Eso ya nos dejó un poco marcados y las niñas sugestionadas. Estábamos todos en el salón y sentimos un portazo terrible, fuimos a ver y era una de las puertas que se cerró y nos acabó de asustar. Cogimos y dormimos todos en el salón y al día siguiente pues hicimos lo mismo, dormimos juntos en el salón pero ya no pasó nada, sólo fue ese día, pero de juro que lo pasamos realmente mal y que aquello era totalmente anormal. Paco es ingeniero de Abengoa, bueno, era ingeniero, y no se explicaba aquello de ninguna forma» concluía.
Hechos extraños ocurridos en un refugio rural y que tuvo como protagonistas a estas seis personas que aún no salen de su asombro cuando narran su experiencia, como comentario final decía: «Casi nos aguan las vacaciones el puñetero fantasma«. Eso lo dice todo.