En no pocas ocasiones nos hemos quedado sorprendidos antes un relato de terror pensando siempre que esto está más cerca de la ficción de la realidad, todo ello siempre y cuando la persona no sea víctima del misterio y le toque vivirlo en carne propia.
Nuevo misterio en el Reina Sofía
Una de esas personas es nuestro protagonista (que ha pedido confidencialidad), vigilante de seguridad, que tuvo que hacer guardia en un edificio público como es el Reina Sofía.
Él me confesaba lo que pudo vivir hace unos años en este lugar: «Siempre escuché lo que se decía de este sitio, que tenía fantasmas y cosas así, pero yo no creía en eso que además pensaba que eran «tonterías», y nada, comencé mi jornada y nada, no pasó nada. Pero el cuatro día, me acordaré siempre, escuché un portazo siendo ya tarde. En principio no debía haber nadie y fui a echar una mirada en la planta. Nada, todo cerrado, era lógico pues si había un portazo es que todo debía estar cerrado. Pensé que había alguna ventana abierta y comencé a hacer una ronda por cada sala por si hubiera alguna ventana abierta pero nada» recordaba mi testigo.
Una extraña presencia
«Entonces fue cuando sentí detrás mía que había alguien y me giré, por instinto, y nada, lo que estaba era la puerta abierta y poco más. Entonces fui cuando vi como la puerta se cerraba delante mía y sentía unos pasos en el suelo, como alguien que andaba por la sala donde yo estaba. Fui a salir pero la puerta no se abría, tenía miedo y estaba nervioso, entonces escuche una voz, que salía de allí pero allí no había nadie, que me decía: «Salid», y no había pasillo para que llegara a la zona de abajo».
El testigo concluía: «Aquella noche fue tremenda, los portazos se escuchaban cada dos por tres, las oleadas de frío en las rondas eran continuas y la sensación de estar acompañado. A la mañana siguiente llegó mi compañero que me sustituía y me vio mala cara, sólo me dijo: «¿Una noche movidita?» y le dije que si. «Algo raro seguro» me dijo y le expliqué lo que me había pasado y me dijo que eso allí era lo normal y que o me procuraba abstraer un poco de todo eso o me acabaría afectando».
El edificio del Reina Sofía en Cádiz tiene fama de estar encantado, su historia la he narrado en este mismo medio, en CádizDirecto, y estas apariciones no son más que una consecuencia de su pasado, de las forma de materializarse -como fenómenos paranormales- y de demostrar su existencia que, a estas alturas, ¿quien lo duda?