/Un fenómeno paranormal es tan impredecible que saber cuando se va a producir es casi un imposible. No tiene por qué ser un edificio antiguo, ni tener una lúgubre historia tras él, en el lugar más insospechado puede producirse ese evento paranormal que desestabilice todo nuestro sistema de creencias.
Es el caso conocido, desde hace unos años por los investigadores, del centro de salud Carlos Castilla del Pino, que se ubica sobre las proximidades del antiguo solar de la residencia Noreña, en el mismo barrio. Se inauguró en 2013 y desde entonces los empleados tienen miedo.Con anterioridad, en los años 2003 y 2004 -antes de su demolición-, se investigó profundamente en su interior como consecuencia de los fenómenos que se describían en el abandonado edificio, el fruto de aquella investigación se expone en el programa radiofónico «El Varadero», con Luis Baras, en 2003.
En este entorno, siendo residencia Noreña ya se habían descrito extraños incidentes en sus instalaciones, nadie creyó en fantasmas y si en casualidades, más o menos inquietantes. Pero desde que el centro de salud abrió sus puertas son muchos los empleados del edificio que hablan, y no paran, de los extraños sucesos que tienen como escenario sus pasillos y que podrían estar relacionados con el demolido y cercano (en ubicación) hospital. Uno de esos testigos nos decía: «a mi me sobrecoge, una noche sentí como unas risas, era extraño ya que no había nadie en el edificio, seguí a aquel sonido y al final del pasillo vi a una niña que parecía llamarse, como de querer jugar. La seguí hasta un pequeño cuarto y cuando llegué no había nadie, al darme la vuelta estaba allí, detrás mía, un fio me envolvió y desapareció la niña, no era de este mundo».
Y no es el único fantasma que se pasea por el interior del edificio pues el espectro de una anciana también deambula por las mismas galerías y pasillos que alberga a esa niña de nadie.
En la mayoría de ocasiones es el sentimiento de tristeza lo que embarga a las apariciones: se sienten llantos y sollozos, frio intenso o se apagan y encienden las luces.
Otro testigo nos comenta -omitimos su nombre- como una noche «decidí grabar unas psicofonías, suelo bajarme el podcast de Canal Sur y os escuché hablar de como hacer este tipo de cosas, puse mi grabadora y la dejé grabando en un cuarto de curas. Al recogerla me puse a escucharla y una voz, que era imposible pues no había nadie en el edificio, decía claramente:»mamá», me dejó impresionado y desde entonces sé que lago hay en este sitio«.
Otro testigo relata su experiencia: «a mi siempre me han gustado estos temas José Manuel, de hecho tengo tu libro «Córdoba Misteriosa» y quería vivir algo así, lo que no podía imaginar es que me iba a pasar trabajando. Una tarde noche sentí como alguien se aproximaba, no podía ser pues esa parte estaba cerrada y al abrir vi como una señora mayor se alejaba andaba torpemente, la llamé pero no me hizo casi y al ir acercándome fue difuminándose».
En otras ocasiones, al ser llamados confundiéndolos con personas, sólo atienden a decir: «sácame de aquí» o «mamá» como si se encontrara atrapada en este cruel mundo de los vivos que hoy tenemos por nuestro hogar.
Son buenos investigadores lo que hay en Córdoba, y buenos amigos, como Francisco José Bermúdez o José Manuel Gajete, y son muchas las informaciones que llegan sobre este lugar cuyos sucesos han sido producto de nuestra silenciosa investigación, que ahora ve la luz de forma obligada. Investigar un caso paranormal no son dos horas, no es ir a grabar unas tomas y unas colas para una pieza televisiva, hacer una entrevista -o dos- y volver creyéndose irse con el «deber cumplido». Investigar, y es una crítica en toda regla, es seguir durante meses un caso, años tal vez, tener infinidad de testigos y grabaciones, analisis, estudio de indicios y finalmente divulgar el fenómeno cuando ha concluido una investigación rigurosa. Pero no todo el mundo entiende esta forma seria de investigar, prefieren construir la casa por el tejado: divulgar y luego investigar, pero como ya han divulgado de forma vaga ¿para qué investigar?
Un caso que recuerda en mucho al del Equipo Quirúrgico de Sevilla, ya demolido, donde una señora se aparecía en urgencias y que, se correspondía, con una persona que perdió allí mismo la vida. Tal vez ese vestigio energético tan personal sea el que que quede antes del tránsito a una «vida» mejor.
Aunque el catálogo de fenómenos paranormales en el Centro de Salud Carlos Castilla del Pino es amplio y no sólo esas luces que se encienden y se apagan solas o esas sensaciones de frío, también puertas que se abren o cierran solas incluso aquellas que son de seguridad y mantienen el cierre sellado.
Evidentemente todo viene derivado de todo lo que había contenido en el Noreña, e incluso un cementerio (necrópolis) en su subsuelo y del que se hizo eco la prensa de Córdoba, y que a buen seguro, hoy está manifestando todo lo que de paranormal -o mejor: inexplicado- tiene en su interior bajo la renovada forma del nuevo centro de salud.
La Residencia Sanitaria Teniente coronel Noreña comenzó a funcionar el 17 de marzo de 1957, con un presupuesto que acabó disparándose desde los 35 millones iniciales a los 80 finales. Se desviaron pacientes desde el centro hospitalario quirúrgico de la Seguridad Social en el número 18 de la Calle Cruz Conde, siendo en su mayoría enfermos en rehabilitación de operaciones. Curiosamente los cuatro primeros años tan sólo había disposición de plantas para los pacientes quirúrgicos en la tercera, cuarta y quinta respectivamente, siendo obstetricia y neonatos la sexta y en la séptima se ubicaba la capilla y en ambas alas pediatría, aun así quedaban dos plantas por ocupar, la octava y novena siendo la primera (8) para enfermos infecciosos, y la segunda (9) como planta residencia (alojamiento) de las religiosas que realizaban allí su labor sanitaria. En el año 2004 se ordenó su demolición tras años de abandono.
Fenómenos que vienen de un pasado que a medida que más investigamos más nos sorprendemos. Un caso al que seguimos la pista y que, a buen seguro, seguirá dándonos sorpresas ya que nuestra investigación prosigue mientras escuchamos las últimas psicofonías captadas en el lugar e impactantes videos y que nuevamente nos hacen ver que, tal vez, haya vida después de la vida.