Las leyendas urbanas suelen, en muchas ocasiones, ser historias inciertas y/o deformadas que nunca tienen un protagonista concreto, siempre le ha sucedido a un amigo de un amigo o al amigo de un cuñado al que casi nunca vemos. Sea como fueren son historias que se narran por reales pero que están lejos de pertenecer a nuestra realidad.
Quizás por ello, en ocasiones, y en virtud de las inmejorables condiciones que nos ofrecen las redes sociales, la plataforma de vídeos Youtube o las herramientas informáticas de edición, surgen creaciones que son dadas por reales y que nos dejan con el ingrato sabor de no saber bien lo que estamos viendo, sin un vídeo real o un montaje elaborado que nos deja con el miedo en el cuerpo. Es el caso que les proponemos visualizar.
Se trata del típico caso de la ‘chica de la curva’ donde una mujer es recogida de la carretera y va marcando las pautas del estereotipo de este tipo de apariciones aunque el final no es advertir de un accidente sino, más bien, provocarlo.
Esta realizado/producido en Portugal, relata la conversación con una bella chica recogida de la carretera que se muestra triste, señala un punto en la misma y dice «allí es donde tuve el accidente» y entonces…
Aunque el vídeo, que tiene ya unos años, es dado por real por muchos internautas realmente se trata de una dramatización realizada para tal efecto y tipo ‘docu-reality’, para muchos con tanto realismo que parece cierto, pero ese es el cometido de este tipo de ‘documentales dramatizados’. No se dejen engañar.
El origen de la leyenda urbana
Nunca se sabrá, a ciencia cierta, cuál es el origen de una leyenda urbana de este tipo aunque se supone que está basado en un hecho real, tal vez en una aparición de una fantasma, o alucinación, a una primera persona, mientras conducía y, por su espectacularidad, habría pasado cualquier límite imaginado dándose por real.
El objetivo de esta aparición es poner en alerta al conductor sobre una curva peligrosa o un lugar donde hay un riesgo para el mismo, incluso indicarle donde ella murió.
Hay diferentes versiones de la misma como, por ejemplo, entre Ocumare del Tuy y Yare encontramos la llamada “curva del infiernito”, donde una mujer murió atropellada por un vehículo dándose a la fuga. Aún viva pidió, rogó, a alguien que la auxiliara mientras perdía mucha sangre. La mujer acabó muriendo maldiciendo a todo aquel que se cruzada en su camino a la tumba.
En la curva de Torreseca hay otra leyenda que narra como unos recién casados disfrutaban del tradicional viaje de novios. Él perdió el control del vehículo y cayó por un barranco en una curva muy cerrada; ambos murieron en el acto. Tiempo después un conductor recogió a una chica vestida de novia en esta zona. Al ver que podía tener frío le ofreció y chaqueta y ella le dijo: «Gracias; por favor, frene. En esta curva me maté yo».
Asombrado miró al asiento del copiloto pero ya no estaba, fue cuando trató de localizar a la joven preguntando en el pueblo donde le dijeron que ella se mató junto a su novio allí. Fue a su tumba y en ella encontró una fotografía de la mujer y su chaqueta sobre la lápida.
La «Dama de la Cruz Verde» es muy popular en la Sierra de Guadarrama, en el Puerto de la Cruz Verde, entre los municipios de Robledo de Chavela y San Lorenzo de El Escorial, allí se aparece esta mujer haciendo autostop, realmente es un fantasma. En el Puerto de Galapagar hay una leyenda sobre una aparición similar.
«La Descarnada» de El Salvador es el fantasma de una mujer que se aparece a los conductores, sólo a los hombres. Si paran y la montan en el coche les indica la dirección exacta donde quiere que la lleven. Se sirve de sus encantos para seducirlos pero en realidad, cuando están rendidos a ella se le cae la carne y deja ver sus huesos ante el horror del conductor, por ello le llaman la «descarnada».
En Cádiz tenemos varios lugares con esta singular aparición, en la carretera de Olvera, en Tarifa, a la entrada de la capital o en Sanlúcar de Barrameda entre otros puntos terroríficos.