La serie de televisión ‘1899’ ha vuelto a poner en el centro de todas las miradas esa zona que existe en el océanos Atlántico y que tiene fama de estar maldita, me refiero al «Triángulo de las Bermudas», de forma mimética cuenta las vivencias de los tripulantes y pasajeros de un barco de inmigrantes que se dirige, desde Londres a Nueva York en un trasatlántico llamado «Kerberos».
Una interesante trama en la serie
Curiosamente es el gemelo de otro barco, el «Prometheus» que viajaba con el mismo rumbo y que desapareció en tan misteriosas aguas, en el Atlántico Norte -teniendo en cuenta que el «Triángulo de las Bermudas» no sería un triángulo realmente sino una zona más amplia y amorfa-.
El gemelo del «Kerberos» -el «Prometheus»- desapareció sin dejar rastro y es cuando se recibe un mensaje de socorro en este. El capitán opta por atender esa señal pese a la oposición de su tripulación. Dirige el barco al punto indicado y encuentran al «Prometheus» solo, sin tripulación ni pasajeros con la salvedad de un niño que parece ser el desencadenante de una serie de sucesos a cuál más extraño.
Pronto comienzan a producirse hechos que ya ha narrados personas que han vivido episodios extraños en el «Triángulo de las Bermudas» como, por ejemplo, que la brújula gire descontroladamente sin marcar el norte, que se metan en densas y espesas nieblas donde no se ve a un palmo de distancia y otros hechos que implica visiones de todo tipo por parte de los que sufren su acción.
Es obvio que los guionistas de la serie, Barah bo Odar y Jantje Friese han debido tener en cuenta muchas de las líneas maestras que se cuentan respecto a un lugar en el océano que destaca por sus casos de desapariciones extrañas -que para otros investigadores no tiene nada de anormal y si se podría explicar bajo diferentes premisas-.
El temible «Triángulo de las Bermudas» y las desapariciones en el mismo
Cabe destacar que el «Triángulo de las Bermudas» es una zona enigmática que cubre más de 2 millones de kilómetros cuadrados y cuyos hipotéticos vértices estarían entre las propias islas Bermudas, Puerto Rico y Miami. En sus aguas se habría «esfumado» barcos y tripulaciones como las del HMS Atlanta en 1880, el HMS Eurydice en 1978 y el USS Cyclops en 1918 o el famoso «Vuelo 19» cuando desparecieron varios Avenger cuando sobrevolaban sus aguas.
Se ha tratado de dar diferentes explicaciones a las desapariciones que se producen en sus agua, en 2010 un grupo de científicos australianos argumentaron que todo se debía a «bolsas de hidratos de metanos que formarían grandes burbujas de metano y al romper en la superficie, si un barco navegaba sobre ella, perdía su flotabilidad y se hundía en cuestión de segundos con toda la tripulación dentro y si margen para poder reaccionar».
Igualmente se dijo que entre las posibilidades «Una de ellas, con poco criterio y poca investigación es la acumulación de gases provenientes de volcanes marinos que vuelven tóxico el lugar».
En 2018, en el desarrollo de un documental, los investigadores de la Universidad de Southampton explicaron que todo debía ser obra del oleaje en la zona, donde las tormentas al sur y al norte, convergen y crean un grupo de «olas potencialmente mortales» con casi 30 metros de altura y que arrasan todo lo que encuentran.
Sea como fuera «1899» pone de manifiesto otras connotaciones más de tipo paranormal como, por ejemplo, posibles puertas dimensionales y, por supuesto, la posibilidad de un oscuro secreto en las siempre temibles aguas del Atlántico Norte. Lo cierto es que fuero muchos los que escribieron a favor de su misterio, como el mítico Charles Berlitz y otros que lo desmitificaron como Lawrence S. Kusche aunque su enigma permanece.