En muchas ocasiones hemos escuchado hablar de misterios en la carretera que tienen que ver con fantasmas o con las tradicionales «chica de la curva» que suena más a leyenda urbana que a realidad. En un complicado «campo» en el que la realidad y la ficción están separadas por una delgada línea se encuentran muchos relatos, dignos de toda credibilidad, que relatan increíbles experiencias que pueden llegar a ser muy traumáticas para sus protagonistas.
Un nuevo encuentro «de carretera» ha tenido lugar en Cádiz, en este caso a pocos kilómetros de la capital teniendo como protagonista a nuestro testigo, Miguel Román, cuando se dirigía al trabajo hace escasamente una hora: «Entro a trabajar a las 8 y venía desde mi casa a Cádiz, apenas hay unos 30 kilómetros y me voy siempre con tiempo para no coger ningún atasco de entrada y llegar tarde. La cosa es que salí a las 6:30 y hacía mucho frío, pensé en aparcar pronto y tomarme un café antes de entrar, en eso iba pensando» decía a la vez que añadía: «aquí siempre ha habido una zona en la que decían que pasaban cosas extrañas y que se aparecía un hombre que murió en un accidente de tráfico hace muchos años. Yo de la aparición no me fio por que son leyendas pero si es verdad que es un tramo de carretera que hay que tener cuidado y no es raro que haya habido accidentes».
«Aquí tuve un accidente»
Miguel seguía: «Me fui para el trabajo con calma y sin correr, no tardo mucho en llegar pero tampoco corro, mientras voy escuchando la radio y me entero de lo que pasa en el mundo. La cosa es que en el tramo de la carretera vi a un hombre que caminaba en dirección inversa al sentido de la circulación. Caminaba y tampoco hacía más aspavientos. A mi me dio cosa con el frío que hacía y paré, abrí la ventanilla y le dije que si lo podía acercar a algún sitio. El hombre me miro y me dijo que si lo dejaba en Cádiz le hacía un favor. Bueno, en el coche le dije que hacía mucho frío y que si hacía a diario esto de ir por la carretera con lo peligroso que podía ser y que aquel punto era complicado. Aquel hombre me miró y me dijo que no. Era muy seco en palabras. Entonces pasé por un punto de la carretera y dijo «aquí tuve un accidente». Entonces yo le dije: «¿Y fue muy grave? ¿Le pasó algo?» y él simplemente dijo: «Morí ahí». Eso me dejó helado y cuando miré al asiento del copiloto pues ya no estaba, se había esfumado pero te juro que paré y se subió al coche, que no es una imaginación mía, que se que es real» decía cariacontecido.
«Nada más llegar a Cádiz llamé a mi mujer, a Arcos, y me dijo que a ver si había pegado una cabezada en el coche y no me había dado cuento pero eso es imposible por que hubiera tenido un accidente. Lo único que se es que ese hombre se subió en el coche y que hablé con él para luego desaparecer. Lo primero que he hecho esta mañana ha sido buscar en internet algo de estos temas y escribirte a ti y a Cuarto Milenio para contarles lo que me ha pasado, que no me lo he imaginado, que no es una locura vaya. La verdad es que te deja muy tocado» finalizaba nuestro testigo.
Es una nueva experiencia más, sucedida esta misma mañana, sobre las 6:45 h., y que, nuevamente, deja las huellas de lo imposible en Cádiz.