Cuando se acaba un año y comienza uno nuevo son muchos los interrogantes que se abren sobre lo que nos deparará el futuro, 2023 es una puerta abierta a la especulación pero también a la esperanza y, por ello, vamos a repasar algunas de las predicciones para el nuevo ciclo que comienza.
La guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis mundial, el problema medioambiental, la carestía de los alimentos, los conflictos energéticos, todo tiene una relación y todo genera inquietudes en el ser humano del siglo XXI que ve más oscuro que nunca el horizonte de su futuro. Pero no sólo son las predicciones de grandes profetas como la Baba Vanga o Nostradamus, también hay otras que plantean científicos y economistas, quizás «más terrenales» y a las que se deben atender con atención.
Profetas y profecías
Pero comenzamos por aquellos que hicieron de la predicción «un arte», como Nostradamus, que es toda una referencia cuando de todos estos temas se habla. En su haber, según sus estudiosos, hay cuatro profecías importantes de cara -como las ubican- para 2023. Estas serían:
1ª.- Conflicto Rusia-Ucrania: “Siete meses de la gran guerra, gente muerta por maldad. Ruan, Evreux, no caerán ante el Rey» y que viene a significar que la guerra entre estas dos naciones seguirá en 2023 aunque, es posible, que la intermediación de Francia apacigüe a ambos líderes. También puede ser que tras el final del conflicto entre estos dos países se genere un nuevo frente bélico en Europa. Se apunta a las tensiones en Bielorrusia o Polonia o a otras zonas del mundo como Taiwán, Afganistán, Yemen, Etiopía o Azerbaiyán.
2ª.- El planeta Marte: «Falla de luz en Marte» y que se entiende como una alusión al nuestro «vecino» en el sistema solar y que pudiera tener alguna relación con la conquista que se pretende hacia el mismo, tal vez retrasos en lo que es pisar su superficie o un hallazgo interesante en él. Igualmente puede ser la pérdida de contacto con los ingenios espaciales desplegados en Marte, algo que en la NASA se tiene muy en cuenta y se analiza a diario. Las vías de exploración siguen abiertas. Marte era el dio de la Guerra y también pudiera tener alguna relación con un nuevo conflicto mundial.
3ª.- El papado de Francisco: “En la persecución final de la santa iglesia romana, estará Pedro el romano, quien alimentará a su rebaño en medio de muchas adversidades. Después la ciudad de las siete colinas será destruida y el terrible juez juzgará al pueblo”, podría hablar de una renuncia en el pontificado o una muerte, tal vez un «cambio» en la estructura de la Iglesia, algo que muchos no terminan de ver.
4ª.- El Nuevo Orden Mundial: sin especificar que versos indican el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial parece que hay referencias a alianzas secretas que tienen como objetivo dominar el mundo más allá de los gobiernos, desde el corazón económico mundial. El gobierno en la sombra que formarían poderosas corporaciones.
Pero también encontramos las predicciones de la «vidente ciega», de Baba Vanga que afirmó que habría una gran guerra en Europa (¿Rusia contra Ucrania?) y que se usarían armas biológicas en la misma. Ya se indica que Rusia podría haber utilizado las mismas en algunas zonas determinadas del país acabando con la vida de cientos de personas.
Profecías científicas
En otros órdenes de la vida se indica -ya por parte de analistas- que será el año de la energía y, quizás, el descubrimiento de la fusión nuclear haya supuesto un impulso en ello. Las compañías energéticas intentarán abaratar costes y controlar más el consumo, reducir las emisiones nocivas para el clima y procurar optimizar el consumo eléctrico con tablas nuevas. Se espera un impulso de nuevas energías que ayuda a sofocar la crisis. Más infraestructuras, mayor información y control.
–Ataques de ciberseguridad en el mundo: se vive en una «aldea global» en el que todo está conectado y ello supone algo «goloso» para los ladrones. 2023 será un año en el que los hackers y piratas informáticos redoblarán sus esfuerzos por apropiarse de lo ajeno. Habrá cambios en la perspectiva de seguridad informática mundial.
–Nuevas formas de IA (Inteligencia Artificial): ha ido ganando terreno paulatinamente y los resultados son sorprendentes. En este sentido las empresas apostarán por lo que es el campo de la IA, evolucionará en gran medida, se orientará a la ayuda en el trabajo y empresas, también a la detección precoz de problemas -de todo tipo- y a poner alertas allá donde se precise tanto en el campo económico, de la salud o la gestión.
–Fracaso de las criptomonedas: el derrumbe de las cotizaciones de las criptomonedas así como la concienciación del coste de su creación, lo contaminantes que son así como la concienciación de los Bancos mundiales del peligro -por el descontrol- que suponen será el portazo definitivo a este tipo de comercio, seguirá existiendo pero no de la misma forma y con la misma presencia. Se vaticina derrumbe en las cotizaciones por parte de los economistas aunque con leves repuntes que puede «emocionar» a los más leales a las mismas.
–La pandemia: seguirá vigente y presente allá donde se siguen detectando contagios y donde avanza silenciosamente. Bien es cierto que las vacunas han servido para «taponar» el problema sanitario pero la relajación en la ciudadanía hace que las autoridades sigan mirando con desconfianza al panorama de la salud. 2023 será un año de transición y vigilancia en la salud así como de análisis y previsión de nuevas y futuras pandemias.
–5G: se extenderá el 5G de forma general en el mundo, las redes WI-Fi comenzarán a ceder terreno y se irá imponiendo poco a poco allá donde la comunicación y su progreso son imparables.
Como curiosidad final baste decir que el Ank Jyotish -la numerología hindú- habla de 2023, según el experto védico Deepak Ananda, como un año positivo, con renovaciones, en el que habrá una expansión y se apostará por el conocimiento. Un año de bonanza para los emprendedores. También habla de engaños mundiales, de «apariencias» y falsedades en el panorama político mundial, «la gran mascarada». Será un año de avance en lo científico y de oportunidades donde muchos países establecerán su lugar, el lado en el que está, haciendo más visible la separación de bloques en el mundo. Será un año de reflexiones, de analizar el comportamiento mundial. De paliar tensiones. También de avances en el plano de la medicina, tal vez con una noticia de alcance mundial sobre una enfermedad y su posible remedio.
Son predicciones, más terrenales o más dentro de la futurología, que se dan para 2023 y que será un año en el que, se espera, fluya con más paz y menos crisis en todos los órdenes de la vida, al menos es la esperanza de muchos de los habitantes de este castigado planeta.