/La provincia de Cádiz y su capital tienen lugares realmente llamativos que forman parte de sus monumentos más representativos y hasta elementos de construcción que, en su singularidad, llaman nuestra atención.
Un ejemplo de ello son las casas en cuya fachada podemos encontrar restos de animales marinos, fósiles, conchas o cáscaras de moluscos, esto es lo que se llama «piedra ostionera» y son muy visibles.
Es muy característica de la costa gaditana y se extrae de la zona de la Bahía, entornos como Cádiz, San Fernando, Chipiona, Sancti Petri o La Barrosa, en Chiclana de la Frontera tienen buenos ejemplos de ello.
Antaño bajo el mar, hoy a cielo abierto, esa es la cantera natural para la extracción de este tipo de «piedra» que es el elemento de construcción empleado en muchas de las más antiguas casas de la provincia.
Así el cuerpo interior del Faro de Chipiona o en el Castillo de Sancti Petri son de piedra ostionera, por ejemplo y se caracteriza por tener diferentes tonalidades así como por su porosidad o textura y por esos restos marinos incrustados que la hace inconfundible.
Tienen una alta resistencia y en murallas y baluartes, torres de iglesias o portadas es habitual encontrarlas sobre todo en edificaciones de los siglos XVIII y XIX, en la actualidad es muy apreciada.