Los hermanos detenidos en la capital gaditana como presuntos autores de los delitos de usurpación de vivienda, tentativa de homicidio y amenazas graves han ingresado en prisión preventiva y sin fianza.
El titular de Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz dictó auto tras ser puestos a disposición judicial esta misma mañana.
El propietario de la vivienda que logró recuperar su casa que había sido ocupada tras encaramarse por la ventana gracias a una escalera declaró este pasado miércoles en el juzgado para dar testimonio de lo ocurrido.
Los hechos se produjeron el martes pasadas las ocho de la tarde cuando el dueño de la casa se presentó en el edificio provisto de una escalera tras haber sido alertado por los vecinos de que su vivienda estaba siendo habitada por unos desconocidos.
En el edificio, el número 7 de la Avenida Guadalquivir de la barriada de la Paz, la puerta de la casa ha sido precintada por la Policía, mientras que en la ventana donde se produjo la trifulca permanecen restos de sangre.
«Nos dimos cuenta de que había gente viviendo en esa casa porque una mujer se presentó en la reunión de la comunidad, dijo que el dueño les había dejado la llave y que ahora iban a residir cuatro personas, pero no nos los creímos», relataba a los medios de comunicación Antonio Meléndez, vecino puerta con puerta de la casa afectada.
Fue el motivo por el que estos vecinos avisaron al propietario de que su casa, que llevaba en obras varias semanas, estaba siendo utilizada por okupas.
«El dueño tenía vacía la casa porque la estaba preparando para una de sus hijas, pero no es que estuviera abandonada ni sin uso», ha aclarado Meléndez, quien no está de acuerdo con que la vivienda de su vecino fuera habitada sin permiso del propietario, aunque hubiese razones sociales y humanitarias como fondo.
Al recibir el aviso, el propietario se presentó en el edificio y exigió a gritos a los okupas que abandonaran la casa pero, al no hacerlo y no poder acceder por la puerta al estar cerrada, decidió coger una escalera y entrar por la ventana, lo que provocó un enorme revuelo en el vecindario.
Como se puede ver en varias grabaciones en vídeo tomadas por los vecinos de edificios colindantes, el dueño sube varias veces por la escalera, queda colgando varias veces, se cae en alguna ocasión, pero no ceja en el empeño hasta que logra entrar.
Lo que sucede en el interior es diferente según el relato de los vecinos o de la Policía
«Los okupas le empujaron, trataron de que se cayera y le amenazaron con cuchillos», ha contado Antonio Meléndez, quien asegura que fueron varios vecinos del edificio los que ayudaron al propietario a recuperar la casa.
En cambio, la Policía ha relatado que fue el dueño el que, según las primeras investigaciones, agredió a los okupas con un cuchillo que portaba y les amenazó de muerte, lo que derivó en una reyerta que logró ser abortada cuando llegaron los agentes municipales.
El dueño de la casa ha tenido que prestar declaración en el juzgado, mientras que la Policía Nacional mantiene una investigación abierta para esclarecer lo ocurrido y determinar el grado de responsabilidad de las personas implicadas
