La Fiscalía de Cádiz ha tenido que aceptar la prescripción de un proceso judicial contra 50 miembros de una red de narcotráfico de Cádiz, que, tras 16 años de pesquisas y trámites judiciales, será archivado.
«Es la manifestación de un problema más de fondo», explica, en declaraciones a Efe, el fiscal jefe Cádiz, Ángel Núñez, que entiende que este caso, no frecuente pero que podría volver a pasar, refleja las dificultades por las que los procesos judiciales del narco transitan «por un camino de cabras» y no por «una autopista del siglo XXI».
El caso que ahora será archivado se inició con una investigación sobre una red de narcotráfico que entre enero y marzo de 2007 llevó a cabo tres alijos de droga en las costas de Cádiz.
La investigación, que incluyó registros, incautaciones de vehículos y embarcaciones, terminó en 2012, en un juzgado de primera instancia e instrucción de Barbate, con 50 acusados de delitos contra la salud pública y otros como atentado contra agente de la autoridad o tenencia ilícita de armas.
El caso refleja las muchas dificultades de los procesos de narcotráfico, especialmente las que tienen un gran número de acusados. «Son asuntos de gran complejidad, este con 50 investigados, más de 40 tomos, que lleva un juzgado desbordado en Barbate. Además de estar en una zona caliente del narco, es un juzgado mixto, con lo que, junto a procesos penales, lleva civiles: divorcios, herencias…», explica el fiscal jefe.
En esas condiciones, el juzgado debe afrontar un proceso en el que las defensas de los acusados saben que planteando cuestiones y recursos a cualquier diligencia -de los que el juzgado debe dar traslado al resto de los 50 acusados- logran eternizar el proceso y provocar su parálisis. «Tenemos un sistema procesal absolutamente desfasado, la Ley de Enjuiciamiento Criminal es de hace tres siglos», lamenta Ángel Núñez.
INTERVENCIÓN
La Guardia Civil de Cádiz ha abortado un alijo de hachís que pretendía introducirse en el país utilizando la zona de caños de Sancti Petri, en Chiclana de la Frontera, aprehendiendo 4.200 kilos de esta droga y el camión frigorífico en el que se pretendía sacar el estupefaciente del punto de alijo.
Este operativo, que aún continúa abierto y por el que no se descartan nuevas detenciones, ha permitido poner a disposición judicial a un ciudadano francés que trataba de eludir la acción policial, como ha informado la Guardia Civil en una nota.
El operativo tuvo lugar durante la madrugada del pasado domingo 5 de febrero, cuando el Servicio de Vigilancia Exterior detectó una embarcación de alta velocidad que navegaba sin luces hacia el interior de la zona de caños existente entre los términos municipales de San Fernando y Chiclana. Ante la posibilidad de que se tratase de un alijo de drogas, se organizó un dispositivo de intercepción en tierra que permitiese abortar la operación.
El dispositivo, integrado por patrullas del Puesto Principal de Chiclana de la Unidad de Seguridad Ciudadana y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga –ambos de la Comandancia de Cádiz–, permitió localizar a un grupo de personas que compondrían la «colla» que descargaría la embarcación y que esperaban junto a un vehículo de grandes dimensiones. Tras producirse el desembarco de la droga, los guardias civiles hicieron patente su presencia mediante el uso de señales acústicas y luminosas, iniciándose un seguimiento del vehículo citado, el cual se trataba de un camión frigorífico de la marca Mercedes.
La oscuridad de la noche y la complejidad de la orografía del terreno, determinó que los agentes se centraran en la detención y aseguramiento del vehículo, prolongándose el seguimiento hasta el camino paralelo a la A-48, lugar donde se interceptó el camión. En ese momento se detuvo a un ciudadano de nacionalidad francesa, y se comprobó que el habitáculo de carga se encontraba repleto de fardos de hachís.
Por todo ello, se procedió a su inmediata detención como presunto autor de un delito contra la salud pública, siendo trasladado a dependencias de la Guardia Civil de Cádiz, donde permanece detenido a la espera de pasar a disposición judicial. La droga aprehendida, arrojó un peso de 4.200 kilos que se repartían en 117 fardos de arpillera. El camión se había sustraído en Saint Cugat del Vallés en mayo de 2021, según ha señalado la Guardia Civil.