El Cádiz CF se ha impuesto al FC Cartagena en un encuentro en el que de nuevo, controló el primer tiempo, pero no cerró y acabó sufriendo más de lo debido tras conceder el empate en unos minutos de desconexión y caraja. El segundo triunfo vuelve a llegar fuera de casa, de nuevo, con dos goles del gaditano Chris Ramos.
Los amarillos además de los tres puntos que le consolidan en la zona media ganan tranquilidad y, sobre todo, siguen su clara mejoría de las últimas semanas. De igual manera, se confirman como uno de los mejores equipos de la categoría fuera de casa, con 7 de los 9 puntos que ha disputado como visitante.
El club no había contado nada de la lesión de Fali en el último entranamiento y ni siquiera había anunciado la convocatoria como suele dar en los desplazamientos (por aquello de no dar pistas), pero Paco López tuvo que afrontar el planteamiento de este choque sin una de sus piezas claves. No parecía afectar mucho a lo que tenía en mente el técnico valenciano del cuadro cadista, que sigue avanzando en las etapas hacia encajar su concepto con lo que le va ofreciendo la plantilla. Esta vez, el 1-4-1-4-1 era más en el 1-4-3-3 tan del gusto de Paco López.
Lo cierto es que el Cádiz salió mejor. Los primeros compases fueron en el campo rival y con la clara intención de jugar el máximo tiempo posible en la mitad del campo local. La presión alta y la superioridad en la medular permitían a los amarillos estirarse. Por contra, el equipo se mostraba algo largo, y Jairo y Ortuño encontraban espacios entrelíneas para controlar y que el Cartagena comenzara a elaborar el juego desde ahí.
Precisamente una cabalgada de Jairo al filo del cuarto de hora inauguró un periodo de locura en el juego, con el partido roto más parecido a lo que se vería en un minuto 90 que en un minuto 15. El extremo del Cartagena, ex del Cádiz como Ortuño (y el lesionado Pedro Alcalá) robó un balón casi en su banderín de córner en una puja con Iza y condujo hasta el borde del área, donde su pase lo envió a saque de esquina Glauder.
Un minuto después, el Cádiz acumuló dos magníficas ocasiones en 20 segundos. Primero con un sensación disparo al larguero de Ontiveros, en su acción habitual desde la izquierda ganando el centro para disparar. El rechace le llegó a Iza que centró y el cabezazo de Escalante obligó a Pablo Campos a realizar una sensación intervención. Medio minuto después, llegó otra cabalgada local evidenciando que el Cádiz estaba partido en dos, por mucho equilibrio que le aportara Fede San Emeterio al equipo.
Paco López desde uno de los palcos del Cartagonova debió verlo y el mensaje llegó al césped. El equipo se equilibró y recuperó la posesión del balón. Ontiveros seguía apareciendo y se estaba a la espera de que apareciera Brian Ocampo con algo más de mordiente. Pero el que apareció de nuevo fue Chris Ramos.
El delantero cadista volvió a protagonizar una de esas acciones en el área rival de la que saca petroleo cuando todo parece perdido. El gaditano peleó con Jorge More una pelota que el central cubría para dejar que saliera por la linea de fondo. Pero en plena pelea física, Chris Ramos volvió a sacar su gadgetopierna para dejar el balón dentro y ganarle la posición al zaguero, conducir y batir, con una inusitada calma para él, al meta local.
Era el minuto 23 y el Cádiz se había puesto por delante cuando lo merecía y cuando controlaba las dos áreas (como pedía Paco López) y el centro del campo de regalo. Pero no supo matar el choque. El Efesé se replegaba de pena en los intentos de contra cadista, pero la lentitud de Brian y las faltas rivales (que iban cargando de tarjetas) impidieron que los amarillos ampliaran su ventaja.
Pero los amarillos no sufrían atrás. No fue hasta el primer minuto de la prolongación cuando David Gil realizó una sensacional parada al obús que le lanzó Luis Muñoz en una falta directa. Con el 47 cumplido, el árbitro que había dado 2 de añadido dejó sacar el córner en el que acabó esa jugada, pero no el siguiente saque de esquina. Algo debió decirle Escalante en ese sentido que se llevó la amarilla con los jugadores ya hacia los vestuarios.
En la reanudación, el Cádiz salió con la caraja. Dio un pasó atrás para esperar a jugar con la ansiedad y las urgencias del rival. Pero bajó también sus revoluciones cuando el Cartagena parecía claro que iba a salir a por todas. Antes del minuto 10 del segundo acto, el VAR había salvado a los amarillos tras ver un fuera de juego de Luis Muñoz que nadie había reclamado en una acción en la que San Emeterio le hacía un penalti de esos tontos y David Gil tocó in extremis el balón en un salto con Ortuño.
No hubo tercer aviso. Luis Muñoz encontró el espacio que Alcaraz dejó mientras seguía con esfrascado en la protesta al colegiado por una posible falta previa y lanzó un zambombazo ante el que nada pudo hacer David Gil. Los locales habían logrado equilibrar el choque solo con algo de empuje y la caraja del Cádiz parecía que iba a permitir que la inercia del juego siguiera a favor del Cartagena.
Paco López reacción, y sacó a Iván Alejo y Alex (en lugar de un Alcaraz pese a la tarjeta que tenía Escalante) y el Cádiz, de repente, reapareció. Sobre todo con las internadas del vallisoletano. Poco después, refrescó la otra banda pese a los peligrosos centros que estaba poniendo un buen Ontiveros y le dio los primeros minutos a Kouamé por un exhausto San Emetrio. Los amarillos sí habían recuperado ahora un 1-4-1-4-1 claro (y así fue hasta el final) y habían recuperado el partido.
El partido no estaba tan controlado por los amarillos como en el primer acto, pero al Cádiz se le veía mejor que al Cartagena. Y cada acercamiento amarillo daba sensación de que algo podía ocurrir. Y pasó. Antes, el colegiado le perdonó la segunda amarilla a Vukcevic, en lo que era un claro reflejo de que los locales volvían a estar superados.
En el minuto 80, un robo en la presión en la medular acabó en los pies de Iván Alejo que, tras un primer centro, regateó en el área y centró con la izquierda. Chris Ramos se impuso en el salto entre Jorge More y Arruabarrena para cabecear el 1-2 que sería definitivo. De nuevo, volvía a aparecer la sociedad que mejor función la pasada campaña, la del mejor asistente cadista (pese a todas las críticas) y la de su máximo goleador. Una sociedad que, por cierto, disolvió Pellegrino cuando se hizo cargo del Cádiz para tratar de salvarlo. Cosas del fútbol.
El arreón local al final iba a ser evidente, sobre todo en la prolongación. Antes de llegarse al 90, Chris Ramos volvió a ganar centro en su última aportación del día a la causa. Con 8 minutos de añadido (8, sí, cuando el Cádiz lo necesita no pasan de 4) el Cartagena, con la continuidad de Abelardo más que en el aire, lo intentó de todas formas. Incluso subió a rematar un córner y el centro de la jugada siguiente su portero. En la jornada 6.
Pero el Cádiz logró su segunda victoria, sigue sin perder fuera de casa y parece haber encontrado definitivamente el camino. Ahora, debe recuperar efectivos y la tranquilidad para ofrecer en el Nuevo Mirandilla la misma versión que está exhibiendo fuera de Cádiz.
A continuación tienes la ficha técnica y un resumen de las estadísticas del encuentro: