La Segunda Guerra Mundial supuso un vuelco en todo lo que fue la delicada estabilidad de Europa tras la «Gran Guerra» y vino como consecuencia de la situación social y de las fuertes restricciones impuestas a Alemania que nunca fue admitida por este país derrotado. Sobre todo ello lo refleja Wayne Jamison en su magnífico libro, extraordinariamente documentado, «Esvásticas en el Sur 2» (Ediciones Mayi) y su relación con Cádiz.
Derivado de la Primera Guerra Mundial
Independientemente de ello, aunque relacionado, tenemos que en época de crisis los nacionalismos se radicalizaron, que hubo un mayor desarrollo de todo lo que fue la industria armamentística -donde España fabricó armas para Alemania de forma subterfugio, secreta-, que hubo una expansión del imperialismo que provocó tensiones en diferentes países de Europa como fue el conflicto por Alsacia y Lorena entre Alemania y Francia, igualmente la rivalidad por el control del mercado con Gran Bretaña o el conflicto austrohúngaro-ruso que ambicionaban los Balcanes y terminó con el atentado al archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo (antiguo Yugoslavia) y que fue el detonante final para la explosión de la guerra más las alianzas de países que empujaban a ello con la Unión Alemana, la Triple Alianza o la Triple Entente.
Así surge esa «Gran Guerra» que dejó un Tratado de Versalles que se sabía que, tarde o temprano acabaría rompiéndose con consecuencias impredecibles, tanto como fue tener otra Guerra Mundial donde se dieron cita ideologías tales como el comunismo, el fascismo o el nazismo.
España, recién salida de una Guerra Civil, no estaba en condiciones de entrar en la misma, sus simpatías estaban con la Alemania del Tercer Reich, la de Hitler junto a la Italia de Mussolini. No podía entrar en guerra pero si servir de país satélite para ellas construyendo armas, sirviendo de refugios a los huidos, siendo un «tapón» para el Mediterráneo, un nido de espías y, por supuesto, ser el aparato logístico nazi al sur de Europa, algo muy valorado por el Reich.
La semilla de los U-Boot en los astilleros de Cádiz
Pocos son los que saben que los llamados «lobos grises» de la IIª. Guerra Mundial, los submarinos alemanes, los U-Boot, tienen una relación intrínseca con España pues debido a las restricciones del Tratado de Versalles en suelo germano no se podía armar al país, por ello se firmó una alianza con España para construir este tipo de nave.
Fue Wilhem Canaris quién conoció a Horacio Echevarrieta, a la sazón duelo de los Astilleros Españoles y con relaciones industriales con Alemania, y cerraron, en 1926, para desarrollar la construcción del E-1, un proyecto de submarino que comienza en 1929 y se bota en 1930 teniendo seis tubos lanzatorpedos que pondría en clara ventaja de guerra al mismo.
Este submarino sería uno de los movimientos estratégicos de Alemania para romper el tratado de Versalles en 1932 (aunque lo había roto antes) y reabre los astilleros de Kiel aprovechando el conocimiento desarrollado en Cádiz en la construcción del mismo. Fruto de esto surge el U-1, botado en 1935 y tras este más de un millar que causó el pánico en los mares del mundo.
Curiosamente el E-1 construido en Cádiz jamás se llegó a pagar y terminó con una extraña venta a Turquía.
Canaris logró ascender a jefe de la Inteligencia Militar del Tercer Reich en 1935, fue parte del complot en la «Operación Valkiria» de Von Stauffenberg, siendo detenido por el Tercer Reich y enviado al campo de concentración de Flossenburg donde se le ejecutó, por traición, el 9 de abril del año 1945.
William Martin, el oficial que nunca existió
William Martin, el hombre que nunca existió
Una curiosa historia de la IIª Guerra Mundial fue la de William Martin, el cadáver de un oficial británico que cayó en manos de las autoridades españolas en Huelva y que en virtud de los documentos que portaba se informó a los espías nazis en la provincia, nada menos que los planes Aliados para invadir la zona del Mediterráneo, era la «Operación Mincemeat» y que no era más que una maniobra de distracción que confundió al Tercer Reich y que se considera el gran error de la Guerra.
Pues aquel cadáver no se estrelló ni se lanzó de ningún avión sino que fue echado al mar por un submarino, el «Seraph», pensando que la corriente lo llevaría hacía Cádiz cuando lo hizo hacía Huelva y, fuera como fuese, terminó por ser una acción decisiva.
Larissa Swirski, una espía llamada la “Reina de Corazones”
Importante fue, en la época, una mujer llamada Larissa Swirski, apodada como la «Reina de Corazones», una agente doble que fue muy activa en la zona del Campo de Gibraltar y que fue pieza básica para saber de los movimientos de otros espías y de sus planes en territorio español, sobre todo del servicio de sabotaje nazi. El servicio secreto británico obtuvo valiosa información gracias a su labor.
Los alemanes también quisieron invadir Cádiz por sus principales ciudades, por Cádiz, Jerez, San Fernando o La Línea de la Concepción, pues lo consideraban estratégico y se contemplaba como una forma más de cercar el Peñón de Gibraltar que tenía suma importancia para los británicos.
Hitler sabía del valor estratégico de este y entre 1941 y 1942 se estudio la viabilidad de un plan que estaba muy madurado en pro de bloquear la entrada o salida del Mediterráneo aunque no era sencillo y la precipitación de los acontecimientos en la IIª. Guerra Mundial más las peticiones de Franco en España hicieron que se frenara hasta que fue inviable ante el empuje aliado.
Wayne Jamison y “Esvásticas en el Sur 2”
De todo ello y mucho más habla Wayne Jamison en su libro «Esvásticas en el Sur 2» (Ediciones Mayi) como continuación de su primera parte para Círculo Rojo. un autor que conoce bien Cádiz pues es nacido en Rota y vive en Jerez, licenciado en Ciencias de la Información, máster en Periodismo y en Comunicación Política y Empresarial y doctorando en Ética y Deontología Profesional; articulista de diferentes y prestigiosos diarios así como fundador del diario digital Reporteros Jerez. Esta magnífica obra, con una gran edición, viene a completar la apasionante historia de la presencia del Tercer Reich en Cádiz.