La Guardia Civil de Chiclana de la Frontera detuvo en la madrugada de este domingo a un varón de 26 años de edad que, tras irrumpir de forma violenta en el acuartelamiento de la localidad alrededor de las 01:00 horas, atacó de forma violenta a varios guardias civiles empleando una defensa policial que les había sustraído previamente, causando heridas de diversa consideración a ocho agentes.
El autor llegó al acuartelamiento en una motocicleta, informa en una nota de prensa la Benemérita. Mientras se dirigía al interior, portando en la mano el casco, comenzó a increpar a gritos y amenazar al guardia civil allí presente con la clara intención de agredirle violentamente.
Durante esos momentos de agresividad, los agentes no consiguieron que depusiera su actitud y el individuo incluso aprovechó la ocasión para arrebatarle a un agente su defensa y golpear a varios de ellos causándole lesiones. Un agente fue golpeado sin piedad en la cabeza provocándole unas heridas abiertas que necesitaron varios puntos de sutura tanto en la cabeza como en la cara, en tanto que otro agente sufrió una fractura en la mano y varios agentes lesiones más leves.
Tras agredir a los agentes, el detenido huyó rápidamente del acuartelamiento portando la defensa, en actitud muy agresiva golpeando y destrozando todo lo que se encontraba por su camino, hasta que fue localizado, minutos después, próximo a una gasolinera de la localidad. Con el apoyo de la Policía Local, los agentes lograron reducirlo y procedieron a su detención y recuperación de la defensa.
A.M.T., de 26 años de edad y vecino de Chiclana, fue finalmente detenido por un delito de homicidio en grado de tentativa, dos delitos de lesiones graves, cinco delitos de lesiones leves, atentado a agentes de la autoridad y dos delitos de daños en vehículos particulares. El sujeto será puesto a disposición judicial en los Juzgados de Chiclana de la Frontera en las próximas horas.
Jucil se presentará como acusación particular por el ataque a guardias civiles en Chiclana
La Asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) se personará como acusación particular en el juicio que se siga contra el autor de lesiones a nueve guardias civiles en la localidad de Chiclana de la Frontera (Cádiz). Siete guardias civiles de baja médica de un total de nueve lesionados fue el resultado de la intervención en la que se vieron envueltos los agentes del cuartel de Chiclana durante la madrugada de este domingo.
La detención de un individuo al que se buscaba por una denuncia de posible violencia de género finalizó con una parte de la plantilla de guardias civiles en el hospital, algunos con lesiones graves. «Se trata de una circunstancia por desgracia cada vez más habitual para los guardias civiles y Jucil actuará frente al agresor, por lo que sus servicios jurídicos se personarán en este caso como acusación particular para reclamar las mayores penas e indemnizaciones para el agresor», ha asegurado en una nota el secretario de Comunicación de Jucil, Agustín Leal.
Los sucesos comenzaron poco después de las 12:00 de la medianoche, cuando se recibe un aviso de un posible caso de violencia de género. Una patrulla se dirige a la dirección indicada, pero en ese lugar no hay ningún domicilio y mientras, el individuo al que se refería el aviso, acude en moto hasta el cuartel de la Guardia Civil. «Pilló al guardia de puerta solo, como siempre. El compañero sale para decirle que retire la moto que había subido a la acera del cuartel, y el sujeto se abalanza sobre él. Al oír la pelea, con ambos en el suelo, salen los compañeros de Atención al Ciudadano. Durante la pelea, el atacante quita la defensa al guardia civil y le da con ella un golpe en la cabeza», cuenta Leal.
«Cuando intenta golpearle de nuevo, el guardia saca su pistola y dispara al aire. El atacante sale corriendo, se lleva la porra extensible y golpea con ella coches y motos que va encontrando por la carretera», explica el secretario de Comunicación de Jucil. Perseguido por los guardias civiles, a los que muchos ciudadanos indican hacia dónde se dirige el individuo, se le localiza en una gasolinera. «No fue fácil reducirle, porque armado con la defensa golpeó a todo el que se acercaba», asegura Leal.
El resultado de la noche es que siete guardias civiles se encuentran ahora de baja médica. «El compañero del golpe en la cabeza tiene siete puntos en la frente y heridas en la nariz. Otro compañero tiene la muñeca fracturada y otro un esguince en el tobillo de grado dos. Y los demás sufren golpes de la defensa y luxaciones», resume Agustín Leal.
«Estamos ante una situación en la que la falta de un protocolo claro sobre cómo se debe actuar ante esta violencia inusitada, la ausencia de pistolas eléctricas tipo ‘táser’ que ayuden al control de la situación y no disponer de fundas antihurto en las pistolas nos sitúan en una profesión de riesgo que no tiene reconocida esta condición», remata el secretario de Comunicación de Jucil.