Cuando un año acaba se llega a ese momento cumbre en el que se tiene que saludar al entrante y se hacen todo tipo de rituales para que sea de prosperidad y felicidad. Un año de «bienes», un año en el que haya salud, amor, trabajo y dinero -en el orden que quieran- y que resulte un poco mejor que el que se va.
Por eso 2023 es uno de esos años esperado, suma 7 y es el número de la suerte. ¿Quieren saber como llaman a la suerte en diferentes puntos del mundo para saludar al nuevo año? Acompáñenme y se sorprenderán.
En España se suele finalizar el año comienzo doce uvas que saludarán al venidero, la puerta de entrada al mismo regado todo de cava. Dicen que es lo mejor para atraer a la suerte así como, con cuidado, depositar algo de oro en la copa con la que se hace el brindis pues las burbujas doradas y el mismo oro harán que la fortuna llame a su puerta y que no le falta del dinero. También lucir ropa interior roja o pisar un billete y pedir un deseo con la última campanada del año.
En Italia se comen lentejas pues asegura la riqueza y el dinero, es un alimento con mucho hierro y, se supone, que impulsa a comenzar fuerte el año, con mucho impulso. No se trata de comerse un plato entero de lentejas sino «una muestra» que cumpla con la tradición transalpina.
En Grecia se juega a las cartas y apostando, el vencedor de la partida tendrá un año de bienes y fortuna.
En Alemania o Austria la tradición es leer el futuro que depara a la persona dejando caer un poco de plomo fundido en un vaso de agua, en función de la forma se sabrá cómo será el mismo.
En Dinamarca se es un poco más «belicoso» y lo que se hace es tirar y romper los platos en la puerta de la casa. Tras la cena tradicional la vajilla es lanzada contra el suelo y es sinónimo de buenos deseos y un buen presagio para el año que entra. También es costumbre subirse a una silla a las doce y saltar desde ella pues dicen que da buena suerte.
En Oriente
En Uruguay, por ejemplo, la tradición es arrojar un cubo de agua por la ventana en los últimos momentos del año. Con eso dice que se alejan los malos espíritus y todo lo malo que se pueda acercar a la casa así como se llama a las buenas energías y sirve para comenzar el año de la mejor forma posible. Si lo hace tenga cuidado que no pase nadie, en ese momento, por abajo.
En Japón la tradición es tocar la «Joya no kane» en los monasterios budistas, se trata de 108 campanadas con las que se intenta terminar con lo malo que hay en el mundo, vendría a ser el equivalente a las doce campanadas de fin de año.
En China se suele pintar la puerta de la casa en color rojo pues es la forma de atraer a la felicidad y la fortuna. Además se suelen hacer desfiles de dragones y todo ello con fuegos artificiales. Cabe recordar que el año nuevo chino no coincide con el año nuevo en otras latitudes.
En Sudamérica
En Chile lo normal es barrer la casa a fondo para que se vayan las malas energías, que no permanezcan dentro y comenzar el año con todo en orden y todo limpio. Eso es purificación y paz. También se coge una maleta y se da una vuelta con ella por la casa pues augura prosperidad.
En Brasil la tradición es acudir a una playa -dado que allí es verano- y rezar a Lemanjá, la diosa del mar. Se lanzan pulseras y collares al mar, flores, todo muy colorista, se saltan siete olas y eso asegura que se tenga un año de mucha paz y positividad. También se suele lucir ropa blanca como sinónimo de inocencia, paz y estabilidad, que se le pide al nuevo año.
Son curiosas tradiciones que se llevan a cabo en muchos lugares del mundo a fin de tener un año de bien y de prosperidad, de salud y todo aquello que nos asegure la felicidad. ¡Feliz año nuevo!