El zigurat de Uruk, la ‘pirámide’ mesopotámica

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Las grandes construcciones del mundo antiguo no sólo son patrimonio de la cultura de Egipto, así, un poco más al noreste había otras construcciones que son igualmente importantes y que destacan aquellas que se encuentran en la antigua tierra de Uruk, en Mesopotamia.

Las confluencias de los ríos Tigris y Eúfrates hacía de la zona un lugar ideal para la vida y el establecimiento de comunidades, así la ciudad fue fundada por el rey Enmerkar, hacía el 4500 a.C. siendo el hogar del rey y héroe Gilgamesh. Pero llegó a ser una de las ciudades más grandes de su época.

En Uruk destacaba, por encima de todo, el gran Zigurats conocido como el Templo Blanco, construido entre el 3200 y el 3000 a.C. y que pudo estar dedicado al dios sumerio Anu, dios del cielo. Estaba construido en adobe y su aspecto era impresionante pues su superficie era de 45×50 metros y sobresalía en el horizonte de la ciudad. Además su orientación era a los cuatro puntos cardinales.

La doctora Senta German decía sobre este zigurat: «Los visitantes habrían necesitado caminar alrededor del templo, apreciando su brillante fachada y poderosa presencia, y probablemente habrían accedido a su interior en un recorrido de ‘eje quebrado’ (en el que sería necesario girar 90 grados para estar frente al altar), una disposición habitual en los templos del Próximo Oriente en la antigüedad».