No se sabe la fecha en la que tendrá lugar pero los efectos serán devastadores. No es la primera vez que llega una megatormenta a nuestro planeta. En el año 1862 llegó a las costas de California, en Estados Unidos, una megatormenta que fue de proporciones terribles.
La ‘megatormenta’ del ‘Fin del Mundo’
Ahora los expertos indican que se podría formar en Hawái y que el aire tropical alrededor del ecuador y las corrientes atmosféricas provocarán grandes nubes de vapor de agua empujándola a los Estados Unidos, a la costa oeste. La columna de vapor tendrá dimensiones colosales pues será de una longitud de cientos de kilómetros de ancho y casi 2000 de largo.
Todo ello formará un bloque de humedad que impactará contra las montañas y ascenderá enfriándose y provocando precipitaciones que conllevarán la movilidad de grandes cantidades de agua, se estima que el flujo será 26 veces más alto que el del río Misisipi cuando desemboca en el Golfo de México, lo cual indica las terribles proporciones del mismo.
En 1862 se produjo lo que se llamó «el gran diluvio» y durante el cual llovió 30 días seguidos con las consiguientes inundaciones; todo ello provocó que, incluso, el curso del río Los Ángeles, se viera alterado desde Venice a Long Beach.
El desastre de 1862
La revista Science indica que en caso de producirse esta tormenta podría desplazar a mil millones de personas y tener pérdidas económicas muy importantes así como destrozar infraestructuras y accesos por tierra o por mar.
“Descubrimos que el cambio climático ya ha aumentado el riesgo de un escenario de mega inundación similar a GF1862 en California, pero que el calentamiento climático futuro probablemente provocará aumentos de riesgo aún mayores” indica los expertos alertando sobre el problema que puede implicar el cambio climático en el futuro. Igualmente esta gran tormenta o «Megatormenta» podría darse en el Atlántico y avanzar hacia Europa con iguales y desastrosas consecuencias.
“En el escenario futuro, la secuencia de tormentas es mayor en casi todos los aspectos; hay más lluvia en general, lluvias más intensas por hora y viento más fuerte” indica Daniel Swain, científico climático de UCLA y coautor del artículo.