Son muchos los que se afanan en buscar el «Planeta X» en el borde de nuestro sistema solar e, incluso, un poco más allá, pero hay un misterio que se encuentra cercano a nuestra estrella y que tiene un nombre: Vulcano.
Vulcano, el planeta más «cercano» al sol
No, no ha salido de ninguna película de ciencia ficción sino que su existencia o no se debe a las observaciones de un astrónomo aficionado y médico llamado Edmond Modeste Lescarbault, que fue la persona que detectó una «mancha» mientras observaba al Sol con su telescopio. Era el 26 de marzo de un lejano año de 1859.
Lescarbault se interesó por aquel fenómeno y se dedicó a observar aquella mancha, si era algo puntual o cíclico, en cuyo caso ya indicaría que podría tratarse de algún tipo de cuerpo planetario. Con una regla de observaciones se dirigió al astrónomo Urbain Le Verrier, de gran prestigio, del Observatorio de París y la persona que descubrió el planeta Neptuno.
Cuando estudio la documentación estuvo en la convicción que era un nuevo planeta y lo bautizó como Mercurio, el más pequeño y cercano al sol, lo cuál hacia que fuera especialmente difícil de observar. El perihelio de Mercurio avanzaba un 8% más rápido de lo que indicaba la mecánica celeste y si esto era así es que había un planeta más que influía en el mismo: «¿Podría ser el que observó Lescalbault?» se preguntó.
Sea como fuere, con esa influencia y las observaciones del astrónomo Lescarbault, aquel planeta cuya existencia no se había demostrado fue bautizado como Vulcano.
A partir de ese momento, según las Leyes de Newton, Le Verrier calculó que Vulcano debía hacer una elipsis alrededor del sol. Consultó con otros astrónomos que dijeron haber observado «una mancha» alrededor del sol pero no pensaron que podría ser un planeta. Sea «por contagio» o no pero se aceptó la idea de Vulcano. Le Verrier falleció teniendo el honor de haber descubierto, Neptuno y Vulcano y marcando la pauta de otros científicos de la época.
La realidad de Vulcano
Pero Vulcano realmente no era más que sugestión y el deseo de encontrar ese planeta. La mancha que se veía era donde estrellas como Theta Cancri y Zeta Cancri, como indicó el astrónomo Christian Heinrich Friedich Peters, descartando que se tratara de Vulcano.
Fue Albert Einstein, en 1915, quién explico la anomalía en el perihelio de Mercurio merced a la Teoría de la Relatividad, siendo esas alteraciones en su órbita consecuencia de la fuerza gravitacional del propio sol. EL paso del tiempo y la tecnología ayudaron a que las observaciones sueran más precisas y se determinara que Vulcano no existe y hoy se conceda tan denominación a los exoplanetas que está más cercanos de sus estrella que la Tierra al Sol.