En este tiempo que vivimos, de crisis, toca hacer muchos números para llegar a fin de mes, son muchos los gastos que se tienen allá donde en comer se gasta mucho y los precios son cada vez más altos. Es posible que haya dicho alguna vez aquello de: «El sueldo cada vez dura menos» y es posible que así sea si no tiene en cuenta, o pasan desapercibidos, los llamados «gastos vampiro» y los «gastos hormiga», ¿sabe lo que son?
Gastos «vampiros», ¿que son?
Los «gastos vampiros» son aquello que suelen ser recurrentes dentro de la economía mensual y que merma la capacidad que se tiene a nivel adquisitivo. Es un tipo de gasto complejo de retener pues implican una permanencia dentro de tu contabilidad y que, en ocasiones, son tan pequeños -a simple vista- que pasan desapercibidos y que no se suelen controlar en la planificación de gastos. Comprar tabaco en un día que se ha fumado más de lo normal, suscripciones a una app o a servicios en red, un café a deshoras, todo ello va sumando y sirve de ejemplo. Son pequeños gastos que, sumados, son más grandes de lo que parece. Comprar pequeñas cosas por internet, por Wallapop, Aliexpress, Amazon y que, un poco hoy y otro poco mañana, acaban haciendo una suma considerable.
Se ha cifrado entre 1200 y 1800 € anuales lo que se gasta en esto y que puede suponer un 20% de la contabilidad mensual de una familia.
Se recomienda revisar los movimientos que se tienen en la cuenta corriente y tratar de cancelar aquello que es prescindible así como recortar en cuanto a caprichos y comprar no necesarias.
Gastos «hormiga»
Los «gastos hormiga» son aquellos que están contemplados en la economía y que son un diario, que se acumulan y van restando dinero poco a poco, los desayunos, el tabaco, la gasolina -muchos de ellos necesarios- pero que afectan a la estructura contable del hogar. Es necesario hacer una buena gestión y planificación.
Diferenciados los dos los expertos recomiendan que se guarde un 10% del sueldo, todos los meses para una provisión de fondos en caso de imprevistos y que nos pueda «limpiar» la cuenta corriente aquello que surge y que no se puede prever.