Casas Encantadas

«Una amiga, Esther, fue al baño, al salir nos dijo: «¿Quién es la mujer del pasillo? Creí que vivíais solos» y le dijimos que nadie, entonces ella nos dijo que en la habitación del fondo se había asomado una mujer mayor» decía el testigo.

Nuestra acompañante se negaba a ir al médico. Hablando con expertos en ouija nos indicaron que, posiblemente, una posesión temporal, «algo» que tomó el cuerpo de nuestra amiga y que, durante unos minutos, la tuvo apartada de su ser.

«Entonces escuché claramente una voz que me dijo: «¡Eh! Tú, ¿qué haces?» y me quedé mirando para todos lados con el cuerpo cortado por que aquella voz estaba justo detrás mía» decía nuestro testigo.