– Adiós al gimnasio Rafael Barrios de la calle Cooperativa de la capital gaditana. Así lo ha anunciado el propio Rafael Barrios a través de las redes sociales.
Este es el comunicado, que está provocando pesar en muchos de sus usuarios, que tenían en sus instalaciones algo parecido a una segunda casa:
«El gimnasio Rafael Barrios desde su inicio en el año 1985 a la mano de mi padre hasta hoy día en mi mano ha sido una gran familia. Por eso está decisión ha sido muy difícil y así tristemente tengo que comunicar que el gimnasio ha cerrado sus puertas. Agradecer el trato recibido durante tantos años a amigos, familia… etc. Me llevo un gran recuerdo y solo desearos lo mejor, siempre os recordaré».
El Gimnasio comenzó su andadura en la calle Condesa Villafuente Bermeja y fue unos lo de los primeros en Cádiz en estar dedicado única y exclusivamente al ejercicio con pesas y la musculación.
Desde las 08:00 hasta las 23:00 Rafael Barrios atendía personalmente a los más de 5000 gaditanos que han sido socios del establecimiento.
En la época de sus comienzos no existían en la ciudad tantos gimnasios como hoy en día. Ángel Illescas, Púa, Wadokan, Raúl Calvo y las vetustas instalaciones del añorado Fernando Portillo eran los pocos lugares que disponían de una sala de musculación.
Su cierre ha sido propiciado por la aparición de grandes cadenas que ofrecen diferentes actividades a unos precios con los que difícilmente pueden competir los gimnasios pequeños.
“A este sector le está ocurriendo como a tantos otros en pasado reciente. El pez grande se come al chico y se está concentrando la propiedad de este tipo de establecimientos en unas pocas manos y cuyo capital pertenecen a grandes empresas”, afirma un responsable de otro establecimiento situado en la capital gaditana.
“El trato y el vínculo personal entre el cliente y el monitor o dueño del gimnasio se está perdiendo y en eso no pueden competir las grandes cadenas”, se lamentaba un cliente de otro señero establecimiento gaditano.
Atrás han quedado años de entrenamientos entre sus paredes y de amistades forjadas entre ejercicio y ejercicio, pero sobre todo el recuerdo de quienes tuvieron la oportunidad de ser más que clientes, sino amigos de Rafael Barrios Gómez y en la última década su hijo.