Detenido, con camiseta rosada, siendo introducido en el furgón de la Guardia Civil por varios agentes.
Uno de los detenidos siendo introducido en el furgón de la Guardia Civil.

Desmantelada en Puerto Serrano una red de narcos que secuestró y torturó a uno de sus propios miembros

La operación, bautizada como Trepamuros, ha finalizado con la detención de ocho personas en esta localidad de la provincia de Cádiz

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La Guardia Civil ha dado un duro golpe al narcotráfico en la sierra de Cádiz con la desarticulación de una organización criminal asentada en la localidad de Puerto Serrano.

El grupo se dedicaba al tráfico de drogas pero, además, protagonizó un episodio de violencia extrema al secuestrar y torturar durante tres días a uno de sus propios integrantes, al que responsabilizaron de la pérdida de parte de un alijo de sustancias estupefacientes como la cocaína y heroína.

La operación, bautizada como Trepamuros, ha finalizado con la detención de ocho personas y la emisión de una orden de búsqueda y captura contra un noveno implicado que logró huir en el transcurso del dispositivo.

Los hechos se remontan al pasado 28 de agosto, cuando una llamada alertó de la entrada sospechosa de un hombre en una vivienda de Puerto Serrano. Una patrulla de la Guardia Civil acudió con rapidez y encontró a un joven en estado lamentable que pedía ser acompañado a su domicilio.

Después de ser atendido en un centro de salud y trasladado a un hospital, los agentes comprobaron que presentaba lesiones que eran compatibles con una retención violenta.

El hombre, visiblemente atemorizado, se mostró en un primer momento reticente a dar más detalles de lo que le había sucedido. No obstante, días más tarde acabó relatando su calvario confesando que formaba parte de una organización que operaba entre Sevilla y Cádiz.

Había sido enviado a Dos Hermanas, en la provincia de Sevilla, junto a otro miembro para adquirir una importante partida de cocaína y heroína. Su papel consistía en actuar como “mula”, ingiriendo los paquetes de droga a fin de trasladarlos sin ser detectados.

Una vez en Puerto Serrano, expulsó la sustancia en una vivienda usada por la red como lugar de almacenamiento. Fue entonces cuando parte de la droga desapareció y los cabecillas o líderes de la organización le acusaron de haberla robado y, como represalia, lo sometieron a tres días de secuestro y torturas.

Torturas con extrema brutalidad en Puerto Serrano

Durante su cautiverio, el joven permaneció atado y fue golpeado en diferentes ocasiones. Igualmente sus captores le administraron distintos tipos de laxantes —bien de farmacia o preparados caseros— con la intención de que expulsara la droga que, en su opinión, había ocultado.

Entre esas sustancias, según su testimonio, llegó a ingerir incluso productos dedicados a la limpieza doméstica.

El tormento se prolongó hasta la noche del 28 de agosto, cuando consiguió zafarse de sus ataduras y logró huir hasta la vivienda donde finalmente fue localizado por los agentes de la Guardia Civil.

Tras corroborar el relato de la víctima, la Guardia Civil puso en marcha un amplio operativo que en la madrugada del 4 de septiembre, con la participación de casi un centenar de agentes.

Entre ellos formaban parte el Equipo de Policía Judicial de Arcos de la Frontera, junto al GRS-2 de Montequinto, la Compañía de Villamartín, la Unidad de Seguridad Ciudadana, el Servicio Cinológico y el Equipo Pegaso, realizaron varios registros simultáneos en viviendas relacionadas a los sospechosos.

La operación concluyó con ocho detenciones, mientras que un noveno integrante logró huir y se encuentra en búsqueda y captura.

Los arrestados fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Arcos de la Frontera, decretándose prisión provisional para seis de ellos. Las parejas de los cabecillas quedaron en libertad con cargos debido a que tienen menores a su cuidado, a su cargo.

A todos los implicados se les imputan delitos de secuestro, torturas, lesiones, tráfico de drogas así como tenencia ilícita de armas.

Con esta actuación, la Guardia Civil ha logrado desarticular un grupo criminal dedicaba al narcotráfico utilizando una violencia extrema contra sus propios integrantes, reflejo del alto grado de brutalidad imperante.