El bar Santo Tomás de Cádiz y su eterna y frustrante lucha por tener una terraza
El bar Santo Tomás de la capital gaditana no renuncia a disponer de una terraza pese a un eterno y frustrante tiempo de espera que no ha tenido un final feliz. No se arroja la toalla.
La espera ha sido larga, más de diez meses. Meses y meses remando contra viento y marea debido a la pandemia de coronavirus que tanto ha castigado al sector de la hostelería en general y a sus establecimientos más modestos en particular. Y la respuesta finalmente ha sido que no... que no se le concede el permiso para llevar hacia adelante el proyecto para colocar una terraza en la calle García Carrera.
"El proyecto no ha sido aprobado, nos dicen que no se puede desplazar el Excepto motos que hay en la calle a la altura del establecimiento", explica su propietario, Alonso García López. "Después de diez meses ya hemos recibido la contestación", lamenta.
"¿Soluciones? Muchísimas...", se pregunta y responde. "Se me vienen a la cabeza algunos bares a los que sí le han quitado el Excepto motos de la calle para que puedan colocar su terraza. A otro bar, en la misma calle, se le ha concedido el permiso y sin estar aún abierto debido a unas reformas. Sabemos que no somos de los bares más populares de Cádiz, que el apoyo que tenemos siempre es de los que no nos fallan: nuestros clientes. Por ello, no bajaremos los brazos y lucharemos por intentar buscar nosotros la solución para seguir reinventándonos y conservar el empleo de nuestra magnífica plantilla", señala denunciando agravio comparativo.
El bar Santo Tomás de Cádiz mira hacia atrás, con muchos esfuerzos en la mochila del presente realizados en duros tiempos de pandemia:
"Cuando decidimos realizar una gran inversión en adquirir el local contiguo para realizar las obras oportunas y, por tanto, ganar espacio y amplitud, no tuvimos miedo al fracaso y nos arriesgamos con la pandemia cara a cara", recuerda el propietario.
"Sólo pensamos en éxitos, en dar la mayor seguridad a nuestros clientes, tratar de mejorar día a día, en seguir contratando no a tres personas en plantilla como en 2020, sino incrementarla todo lo posible", explica con orgullo.
"Por ello, desde la dirección, decidimos solicitar cuatro mesas al Ayuntamiento de Cádiz. Consideramos que cuando las restricciones del horario cambien contrataremos a más personal y daremos empleo a las personas encargadas de realizar la tarima para la terraza. Sabemos que esto no va a salvar Cádiz... pero que un sector tan castigado apueste por reinventarse para la creación de empleos y además contribuir a las arcas del Ayuntamiento es de ser valientes", concluye Alonso con la toalla en la mano.