Brian Ocampo intenta regatear a un jugador del Huesca
Brian Ocampo, en la imagen intentando regatear a un jugador de la SD Huesca, podría jugar sus últimos minutos de cadista. Foto: Cádiz CF.

El Cádiz CF cierra en Oviedo una pésima temporada como posible testigo de un ascenso

Garitano despide el curso entre pruebas, bajas y despedidas de futbolistas ante un rival que se juega volver a Primera

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El Cádiz CF pone este domingo punto final a una temporada decepcionante visitando el estadio Carlos Tartiere de un Real Oviedo que se juega el ascenso directo a Primera División. El encuentro comenzará a las 18:30 horas en horario unificado, correspondiente a la 42ª jornada de LaLiga Hypermotion.

Un escenario para cerrar un curso de frustraciones en el que, de nuevo, los cadistas deberán respetar la integridad de la competición y la propia historia del club. Los asturianos, que llevan más de dos décadas soñando con el regreso a la élite, necesitan ganar y esperar que el Deportivo se imponga al Elche en Riazor. Un cruce de caminos que convierte al conjunto amarillo, aunque sin presión, en testigo potencial del regreso del Oviedo a la máxima categoría.

No es la primera vez que Oviedo y Cádiz se cruzan en momentos trascendentales. La eliminatoria de ascenso a Segunda A de la temporada 2014-15, en la que el Oviedo logró el ascenso, aún está muy presente en la memoria de ambas aficiones. El partido de hoy, aunque en otro contexto, puede servir para limar asperezas entre aficiones.

El técnico cadista, Gaizaka Garitano, parece que cerrará el curso entre pruebas de cara a la próxima campaña, bajas y despedidas de futbolistas, pero dejado claro que quiere acabar la competición con una nueva victoria que podría dejar a su equipo en la primera mitad de la tabla al finalizar la temporada.

Con David Gil, Chris Ramos y Ontiveros fuera de la convocatoria, Gaizka Garitano ha optado por una lista de citados con varios canteranos y, previsiblemente, un once con futbolistas menos habituales durante la competición, pero que algunos de los cuales ha venido disfrutando de minutos en el último tramo. El técnico vasco ha reiterado su intención de "acabar con una victoria, con respeto a la competición y a un rival que se juega mucho", a la vez que reconocía que el lunes comenzará el proceso de reuniones con jugadores para perfilar la plantilla de la próxima campaña.

En este sentido, el partido también funcionará como despedida para algunos futbolistas que no seguirán. El caso de Álex Fernández, que podría vivir sus últimos minutos como amarillo tras siete años, es uno de los que genera mayor expectación. Parecen cantando el adiós de jugadores como Brian Ocampo, Escalante, Zaldúa o incluso Carlos Fernández. El once, previsiblemente, se parecerá al que goleó al Huesca la pasada jornada (4-0), aunque con variaciones pare regresar a un sistema más propio de Garitano.

El Oviedo, tercero con 72 puntos, es el conjunto que menos goles ha encajado de la parte alta (41) y uno de los más sólidos defensivamente. Por su parte, el Cádiz CF es decimosegundo con 55 puntos, en lo que supone un bagaje discreto y lejos de las expectativas generadas tras su descenso el curso anterior. En los goles encajados parece explicarse esa diferencia de puntos.

En cuanto a estadísticas generales, el Real Oviedo domina en posesión (52%), precisión en el pase (82% frente al 79% del Cádiz) y total de disparos a puerta (163 por igual). El Cádiz, pese a ello, ha marcado el mismo número de goles (54), lo que evidencia la contundencia que ha mostrado el cuadro cadista en muchas fases de la competición.

Al otro lado, el Real Oviedo afronta el partido más importante en décadas. Después de 24 años fuera de Primera, la oportunidad es clara: ganar al Cádiz CF y esperar un tropiezo del Elche en Riazor. Aunque dependen de terceros, los carbayones saben que deben hacer su parte, y así lo ha transmitido el técnico Veljko Paunovic, que ha sido rotundo en sus declaraciones: "Estamos ante el partido de nuestras vidas".

El conjunto ovetense llega con alguna baja sensible en el centro del campo, como la de Kwasi Sibo, y se espera la titularidad del rumano Paraschiv en la punta de ataque. La afición del Tartiere jugará su papel, en un estadio lleno, como hacía años que no se veía, con ambiente de gran cita y confianza en que el milagro es posible.