
El Cádiz CF sobrevive a sus carencias para rescatar un punto ante la Real B
Tabatadze firmó dos goles en diez minutos para empatar un partido que la Real B ganaba 3-1 y mantener invictos a los amarillos

El Cádiz CF sobrevivió a sí mismo y sus limitaciones ante una Real Sociedad que dio por cerrado el choque con 3-1 y vio como con dos zarpazos los amarillso igualaron en un abrir y cerrar de ojos. El cuadro cadista salió vivo de Anoeta gracias a la pegada y el momento dulce de Iuri Tabatadze, que en apenas diez días se ha convertido en el salvavidas de un equipo que se comico el choque.
El georgiano firmó dos goles en la recta final que rescataron un empate (3-3) ante la Real Sociedad B, en un partido que durante más de una hora estuvo del lado de los locales en cuanto a juego. Los amarillos suman y siguen —o sobreviven y siguen—, aunque la sensación es que dependen demasiado de los chispazos arriva y que tiene demasiadas limitaciones atrás.
Gaizka Garitano afrontaba la cita con condicionantes. Sin De la Rosa ni Ontiveros en banda, y con Kovacevic concentrado con la selección sub-21 de Serbia, el técnico apostó por un 3-4-2-1 que, en defensa, se convertía en un 5-4-1. Pelayo debutó en el eje de la zaga junto a Recio y Caicedo, mientras que en ataque Ocampo y Suso escoltaban a García Pascual. El guion parecía claro: solidez atrás, paciencia y buscar la verticalidad cuando hubiera ocasión.
El plan cambió. Apenas nueve minutos y el Cádiz se adelantaba con un gol en propia meta de Agote tras una buena incorporación y centro de Climent. Los amarillos habian equilibrado la salida local y el tanto supuso la tercera buena incorporación con centro de su lateral zurdo.
Sin embargo, el tanto lejos de dar tranquilidad, dio paso al dominio de la Real. El Sanse, con más criterio, se adueñó del balón y empezó a generar ocasiones. El empate llegó antes del descanso: Diakité fue demasiado blando a un balón en la frontal del filial txuri urdin en un córner a favor y permitió la contra local, que convirtió Astiazaran en el 1-1 en el 39’. No era la primera falta de contundencia ni de Diakité ni de los amarillos y el empate se antojaba más que justo.
El descanso no cambió la dinámica. Al contrario, la Real B salió en tromba y en apenas doce minutos asestó dos golpes que parecían definitivos. Carrera puso el 2-1 nada más reanudarse el juego (46’) tras un error en la salida de Recio y la mala colocación de Pelayo y Diakité. Lebarbier amplió la renta en el 58’ rematando en el área pequeña una acción a balón parado. Con 3-1, el partido parecía liquidado y las carencias defensivas del Cádiz habían salido todas a la luz.
Garitano reaccionó con cambios. Primero, con la entrada de Dawda para pasar a un 4-4-2 más reconocible.
Y ahí apareció Tabatadze, que ya había dejado su sello en el debut frente al Albacete. En el 77’ firmó un golazo tdesde la frontal que devolvió la esperanza. Apenas dos minutos después, peleó un balon tras una buena acción de García Pascual para, tras un doble quiebro, empatar el choque. Dos chispazos que cambiaron el signo de un encuentro que parecía perdido.
El Cádiz incluso tuvo algún amago de lanzarse a por la victoria, pero la sensación fue que el empate era un premio excesivo para lo mostrado en el campo. Porque la Real Sociedad B fue mejor durante más de una hora, y solo el bajón final y la efectividad georgiana evitaron una derrota. A poco que hubiera elegido mejor en el último pase. Pero no se le puede pedir más a este equipo que habia sido capaz de sobreponerse.
La Real B tuvo más posesión, más remates y más remates entre los tres palos, pero la pegada de este Cádiz es capaz de reconducir cualquier choque cuesta arriba. Al menos de momento.
Pero el triunfo no debe ocultar que a este Cádiz le queda mucho trabajo. Sus centrales sufren, Diakité lleva dos partidos sin mostrar de su mejor nivel, y ni Recio ni Pelayo dieron seguridad. Pero el equipo tiene algo que el año pasado echaba en falta: pegada.
Tabatadze ya suma tres goles en dos partidos y, junto a la solidez de Kovacevic cuando vuelva, parece marcar la línea de este nuevo proyecto. El georgiano se ha ganado en tiempo récord ser la referencia ofensiva. Ese es el margen de mejora. Una mejora que siempre perder, debe ser más fácil.
Ante el Albacete el Cádiz ganó sin merecerlo. Ante la Real no perdió cuando probablemente lo mereció. En ambos casos, no se rindió y apretó los dientes para mejorar el resutado. Todo, son ingredientes de los equipos que suelen estar arriba.
En resumen: un punto que sabe a victoria por cómo se dio, un Cádiz que sigue invicto y con un nuevo héroe que ha caído de pie en el Nuevo Mirandilla. De momento, sigue en puestos de fase de ascenso (quinto a a espera del resultado del Andorra) que el año pasado no ocupó en toda la temporada.