Personas comprando en un mercadillo navideño con diferentes productos.
Mercadillo navideño en San Fernando.

El comercio local de San Fernando busca salvar la Navidad con una campaña llena de ilusión

Acosafe lanza una campaña navideña para reavivar el corazón comercial de San Fernando

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El comercio tradicional de San Fernando encara estas Navidades con una mezcla de preocupación pero también de esperanza. Las previsiones apuntan a una campaña más fría que la de años anteriores, marcada por la desaceleración económica así como por la imparable competencia del comercio electrónico.

Los pequeños negocios, que durante décadas han dado vida a calles como Real, Rosario o San Rafael, luchan por mantener el pulso frente a los grandes centros comerciales así como por las plataformas digitales.

El presidente de la Asociación de Comerciantes, Hosteleros, Industria y Servicios Profesionales (Acosafe), Manuel Luna, ha reconocido que “la economía está ahora mismo un poco parada”. Si bien diciembre suele ser un mes de respiro para el sector, las primeras semanas no han mostrado el dinamismo esperado.

“Por el momento no se nota la Navidad en las ventas”, lamentaba Manuel Luna, que ha presentado una campaña con el objetivo de reactivar el consumo en el llamado Centro Comercial Abierto.

Con el lema de apoyar al comercio local, Acosafe ha diseñado un amplio programa de actividades que combina tradición, animación y ventajas para el comprador. El propósito es claro siendo el de atraer a los isleños al centro de la ciudad para que realicen sus compras navideñas en los negocios de toda la vida.

Entre las medidas más destacadas figura la entrega de vales de aparcamiento en los parkings de Reyes Católicos así como del Mercado Central, una iniciativa destinada a facilitar el acceso y hacer más cómodas las compras.

Igualmente, los clientes podrán disfrutar de un servicio gratuito de empaquetado de regalos, disponible en varios puntos del centro durante los días clave de la campaña.

La programación también incluye una interesante ludoteca infantil en la plaza de la Iglesia, un paje real que recogerá las cartas de los niños y hasta ocho photocall navideños distribuidos por las principales calles comerciales.

A ello se suman pasacalles con personajes de Disney, la presencia de buzones reales así como la distribución de tarjetas regalo en los establecimientos asociados.

El cortejo de Papá Noel, el gran atractivo en San Fernando

El acto más esperado de la campaña será el cortejo de Papá Noel, que recorrerá diferentes calles del centro el próximo día 23 de diciembre. Este desfile, que se ha convertido en una cita ya tradicional para las familias de San Fernando, contará con la participación de grupos de animación, personajes infantiles y una charanga musical.

Este año, por primera vez, una mujer encarnará al famoso personaje navideño, será María Isabel Luna Aguilera, de la empresa Suministros Americanos, será la encargada de ponerse el gorro rojo y repartir ilusión entre los más pequeños de la casa.

La comitiva partirá en horario de 17:30 horas desde la plaza Tetuán, pasando por calles emblemáticas como San Rafael, Rosario, General García de la Herrán o Calderón de la Barca, hasta llegar a la plaza del Rey.

Pese al esfuerzo y la ilusión que rodea la campaña, los comerciantes afrontan un contexto complejo. Las compras en línea han transformado los hábitos de consumo, y la pandemia dejó secuelas muy importantes en la economía local de las que aún cuesta recuperarse.

En las principales arterias comerciales se multiplican los locales cerrados, una imagen que refleja las muchas dificultades que atraviesa el pequeño comercio.

Desde Acosafe insisten en que mantener vivo el centro urbano depende en buena medida del compromiso ciudadano. Sobre ello Manuel Luna afirmó que “somos quienes damos vida a la ciudad. Necesitamos que los isleños vuelvan a comprar en sus tiendas, que disfruten del centro y activen su economía local”.

El espíritu navideño sigue siendo, no obstante, una oportunidad para el optimismo. Los comerciantes confían en que las actividades programadas logren llevar a familias y visitantes, y que ese flujo de personas se traduzca en un impulso importante para las ventas.

Mientras las luces navideñas ya iluminan las calles y los escaparates se visten de fiesta, el comercio histórico isleño vuelve a apostar por la cercanía, la atención personalizada y el valor de lo local como sus mejores armas frente a los gigantes digitales.