Fiel a su apodo: Moi 'El Piraña' le rompe varios dedos a un policía en una violenta detención en Cádiz

Moi El Piraña, hijo de una histórica traficante del barrio de Santa María de la capital gaditana, un delincuente que arrastra un buen número de detenciones, ha vuelto a protagonizar un episodio violento al ser arrestado una vez más.
Durante su detención, según fuentes policiales, Moi le rompió varios dedos a agente. Ayer pasó a disposición judicial, hoy lo ha hecho de nuevo... y el juez ha decretado su ingreso en prisión. Fue detenido por un delito de allanamiento de morada, lesiones y atentado contra agentes de la autoridad.
Moisés Fernández González, más conocido como El Piraña, ya había sido detenido a principios de año por un delito de violencia de género, por amenazas graves hacia su expareja, cuando estaba en busca y captura desde hacía varios días.
Por lo que se ve, Moi, conocido también como el niño de la Regli, no tardó en salir a la calle. Y no ha tardado en delinquir, en actuar... Tal y como se apunta desde la Policía, lo lleva en la sangre y no sabe hacer otra cosa.
El último episodio violento tuvo lugar el pasado lunes, en una finca ocupada cercana a la calle San José. Era la hora del almuerzo y la Policía Nacional intervino debido a una reyerta entre varias personas. El Moi, atrincherado en una casa, había amenazado de muerte con un palo a una pareja que relató los hechos a los agentes.
Los policías llamaron a la casa y Moisés El Piraña, sin pensarlo ni una vez, empezó a mostrarse violento y no tardó en agredir a los agentes. Uno de ellos recibió un fuerte golpe con un palo en la mano que le produjo la fractura de varios dedos de su mano. Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Según fuentes policiales, El Piraña, desatado, la emprendió a golpes de todas las hechuras sin dejar de soltar amenazas de muerte por la boca.
Entonces llegaron refuerzos y, entre todos los policías, se logró inmovilizar al delincuente gaditano, famoso también por su agresividad y dando muestras de ella una vez más.
Ya en el hospital Puerta del Mar, adonde fue trasladado para que fuera atendido de las heridas que él también sufrió durante el violento arresto, se dedicó a amenazar a los sanitarios que le atendían.
Y no quedó ahí la cosa. Al ser llevado a la Comisaría, rompió con ira una de las puertas traseras del coche de la Policía Nacional.