
Flor Al-Ándalus abre sus puertas en Chiclana donde se fusiona sabores de España y Marruecos
El puente gastronómico entre Marruecos y España se asienta en Cádiz a través de este nuevo local en Chiclana.

Un nuevo espacio gastronómico teniendo alma andaluza y esencia marroquí se integra dentro del mapa culinario de Chiclana y de sus comercios. Se trata de Flor Al-Ándalus, que es una cafetería que acaba de abrir sus puertas y que está ubicada en la calle Los Cántaros, justo al lado de la barriada de la Caja de Ahorros. Se trata de un establecimiento que aporta variedad gastronómica así como suma valor al tejido comercial del municipio.
El alcalde de Chiclana, José María Román, acudió acompañado por la delegada municipal de Fomento, Manuela Pérez, que estuvieron en las instalaciones del nuevo local, que es la apuesta personal de Hassan Bassat y Achraf Dehbi, que son dos emprendedores que han impulsado esta particular y llamativa propuesta en la ciudad.
La cafetería Flor Al-Ándalus viene a destacar por su "colorida" oferta gastronómica mixta, en la que se viene a reflejar la fusión entre dos culturas tan cercanas como la española y la marroquí, con tantos lazos comunes.
Achraf Dehbi indicó que “uno de nuestros objetivos es que las personas conozcan una parte de nuestra cultura a través de la comida”, llamando la atención que en la carta del local chiclanero conviven en perfecta armonía platos tan gaditanos como las papas aliñadas o la ensaladilla, con otros que son considerados como muy clásicos marroquíes.
Entre los platos principales se encuentran el tajín (o tallín) que es una especie de guiso cocinado en cazuela de barro con carne, que suele ser de pollo, cordero o ternera, así como con verduras, ciruelas, almendras o aceitunas. El típico cuscús que es sémola de trigo acompañada de verduras cocidas al vapor y carne o pollo. La pastela que suele ser de hojaldre relleno de carne, que es generalmente de ave o marisco, con mezcla dulce-salada formada por almendras, canela y azúcar glas.
También está la harira que es una suerte de sopa tradicional de Ramadán hecha con tomate, garbanzos, lentejas, carne y especias. La rfissa es plato casero de pollo con lentejas y pan fino regado con caldo especiado. El mechoui que es cordero asado entero, típico en celebraciones.
También está el zaalouk, la taktouka -que es una mezcla de pimientos y tomates asados, con comino y ajo- o el briwat que son pequeños hojaldres rellenos de carne, marisco o almendras, fritos y a veces dulces, entre otros platos.
Flor Al-Ándalus y su apuesta por la fusión de sabores en Chiclana
Hay un sano equilibrio entre lo local y lo internacional en el que se viene a reflejar también en el ambiente del lugar. Flor Al-Ándalus tiene un amplio salón interior acogedor y una terraza grande, ideal para disfrutar de desayunos, almuerzos o meriendas en buena compañía.
El alcalde de Chiclana, José María Román, destacó en su visita al local que “este nuevo establecimiento hace que el espacio en el que se encuentra siga creciendo y dé una mayor oferta a la zona de El Pilar”.
Para los impulsores del proyecto, esta nueva cafetería va más allá de ser un simple negocio pues, para ambos, es una forma de compartir raíces, de generar comunidad y de contribuir al desarrollo económico de la ciudad.
Al respecto de ello Hassan Bassat y Achraf Dehbi afirmaron que “queremos que la gente se sienta como en casa, que pruebe cosas nuevas y que también valore lo nuestro”.
Con esta apertura, Chiclana viene a sumar una nueva opción dentro de su amplia oferta gastronómica, en la que se apuesta por la integración, la calidad y el sabor. Flor Al-Ándalus se ha integrado perfectamente como un punto de encuentro para los vecinos, visitantes y culturas, ofreciendo desayunos tradicionales, comidas con aromas del norte de África y tardes de charla al sol.
El establecimiento se incorpora así al creciente auge del barrio, reforzando la imagen de una Chiclana abierta, diversa y con gusto por lo auténtico.