Plaza en el barrio de El Mentidero.
Barrio del Mentidero en Cádiz.

La aterradora experiencia de dos mujeres en su casa de alquiler en Cádiz

“Algo no quiere que estemos aquí”, decía la testigo sobre su piso de Cádiz y la presencia que su interior parece habitar

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En el barrio de El Mentidero, en Cádiz, una vecina ha roto su silencio para contar algo que, en sus propias palabras, “no es para bromear ni quiero que se sepa quién soy pero necesito ayuda”. La protagonista de esta historia ha pedido confidencialidad y permanecer en el anonimato, por lo que nos referiremos a ella como Marina, nombre ficticio elegido a fin de proteger su identidad.

Toda su aterradora historia comenzó hace poco más de un año, cuando Marina y su pareja decidieron mudarse a un piso de alquiler en esta zona de Cádiz, en lo que parecía ser el inicio de una nueva etapa en su vida. “Era un lugar agradable, con vecinos amables y un ambiente muy acogedor. Pero desde la primera noche, algo no cuadraba del todo”, nos confiesa.

Según su testimonio el comienzo fue solo a base de sonidos extraños tales como golpes metálicos en la madrugada, crujidos que no respondían a la lógica de la estructura del piso y objetos que aparecían en lugares diferentes a los que se habían dejado. Todo podría ser fruto de la sugestión o adaptación a este nuevo entorno. Pero con el paso del tiempo todo estos hechos, esto fenómenos se volvieron más intensos, más perturbadores.

Una figura blanca en el salón de su piso en Cádiz

Marina me indicaba que “las televisiones que tenemos en los dormitorios se encendían solas. No al mismo tiempo, pero sí de una forma aleatoria. Una noche pasó que ambas se encendieron con apenas minutos de diferencia. Pensamos que podría ser un fallo eléctrico pero las revisamos y no había ninguna explicación técnica. Luego vinieron los objetos que se caían sin razón aparente, de las luces parpadeando, y el momento que más miedo nos dio fue cuando vimos a una figura blanca, luminosa, deslizándose rápidamente por el comedor”, relata Marina, debatiéndose entre la angustia y resignación.

Ella y su pareja han decidido no contar estos hechos con la casera ni con los vecinos, por ello que tampoco quieren  que se sepa de su identidad pues temen ser ridiculizadas o, mucho peor aún, señaladas como “las raras del bloque”. Marina nos explica que “en un sitio pequeño como este, los rumores vuelan y no queremos pasar por locas” que es el miedo que tienen muchos testigos.

Sin recursos económicos como para mudarse -aunque tienen su trabajo estable- ni contratar a "alguien que "limpie de presencias" el piso", Marina ha optado por buscar ayuda a través de CádizDirecto, enviando su testimonio con la esperanza de obtener respuestas de expertos en esta materia. “No queremos molestar ni hacer un escándalo mediático, pero esto ya no nos deja vivir. Necesitamos entender si es algo peligroso, si es bueno o malo lo que hay aquí”, dice con una desesperación y sinceridad que desarma.

Un caso que recuerda a los sucesos en el barrio del Mentidero de Cádiz

Este inquietante testimonio trae inevitablemente a la memoria los conocidos sucesos del barrio del Mentidero, también en Cádiz, como cuando en el año 1997 una familia aseguró haber presenciado fenómenos similares de voces inexplicables, apariciones y aparatos eléctricos que funcionaban sin ser conectados. El caso nunca fue resuelto satisfactoriamente y permaneció en el olvido.

Aunque distintos ámbitos, ambos testimonios comparten un núcleo común como es el miedo que se apodera de quienes no encuentran una explicación lógica a lo que viven dentro de sus propios hogares así como del tabú de hablar abiertamente sobre experiencias paranormales en comunidades pequeñas donde el qué dirán pesa tanto o más como el alquiler a fin de mes.

¿Qué dicen los expertos?

Rafael de Alba o Javier Aradilla, expertos en temas paranormales, con más de 20 años investigando presencias inexplicables en Andalucía, indican que “el testimonio de Marina es coherente con lo que solemos clasificar como una ‘manifestación o impregnación residual’. Es decir, no una entidad inteligente, más bien se trata de una energía que se repite como si fuera una grabación del pasado”. Este tipo de actividad suele aparecer en lugares donde ha habido sufrimiento o hechos emocionales intensos. Al respecto Aradilla indicaba que “no siempre es negativo, pero puede ser muy perturbador para quienes lo viven.”

Para quienes se enfrentan a situaciones así se mantener la calma así como -en la medida de lo posible- registrar los sucesos (fechas, horas, características), evitar provocar a la posible entidad y, si se sienten saturados, buscar ayuda sin que haya que recurrir a lo esotérico. “A veces, solo cambiar la dinámica del hogar, como modificar la distribución o hacer pequeños rituales simbólicos de limpieza es un alivio para la tensión” indica Javier Aradilla.

El testimonio de Marina no busca ni titulares ni fama sólo ayuda para resolver lo que en el interior de un piso sucede y que, según ella, se ha vuelto inhabitable. “No queremos marcharnos, pero ya no sabemos si este lugar quiere que estemos aquí”, finaliza.

En Cádiz, tierra de historia, de mitos y de leyendas, las casas encantadas también están presentes siendo complejo saber el motivo de esas sombras que habitan entre los muros, los silencios que nadie quiere romper así como de esos susurros que solo escuchan quienes no tienen más remedio vivir en su interior.