Figura vegetal de la Cueva Extremo Sur.
Cueva Extremo Sur en La Línea.

La Cueva del Extremo Sur, el enclave rupestre único que amplía el mapa del arte prehistórico europeo

El abrigo prehistórico más al sur de la península ibérica y el misterio de sus pinturas esquemáticas

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La Cueva del Extremo Sur se ha consolidado como uno de los lugares rupestres más singulares del Campo de Gibraltar y del extremo meridional de la península ibérica.

Ubicada en el término municipal de La Línea de la Concepción, en la ladera sur de Sierra Carbonera, este abrigo natural contiene un conjunto de pinturas prehistóricas adscritas al denominado arte esquemático postpaleolítico, una tradición gráfica característica del sur de Andalucía y básica para comprender la evolución cultural de las comunidades que habitaron esta región desde la Prehistoria reciente.

El yacimiento fue identificado en el año 1975 por los investigadores Uwe y Uta Topper, que fueron los que documentaron las pinturas y dieron a conocer su hallazgo en publicaciones especializadas.

Desde el primer momento, la cueva destacó por un dato excepcional como es que se trata del abrigo con pinturas rupestres situado más al sur de toda la península ibérica.

Esta circunstancia amplía el mapa de distribución del arte rupestre europeo y refuerza la idea de que el extremo sur peninsular fue un espacio de contacto así como de movilidad e intercambio entre poblaciones de ambos lados del Estrecho.

La localización del abrigo no es casual puesto que se encuentra en una zona elevada, con dominio visual sobre la llanura litoral y vistas directas hacia el Estrecho de Gibraltar.

Este tipo de emplazamiento coincide con el de otros conjuntos rupestres del sur peninsular, ubicados en lugares estratégicos que combinan control visual, fácil defensa y acceso a recursos naturales.

Igualmente la cueva presenta una pequeña abertura orientada al oeste, a modo de ventana natural, por la que penetra la luz del atardecer. Este detalle pudo tener un valor funcional o simbólico, ya que la iluminación vespertina resalta más determinadas zonas del panel pictórico en momentos concretos del día.

Pinturas rupestres en la Cueva del Extremo

Las pinturas se concentran en torno a una formación rocosa central, similar a una pilastra natural, ofreciendo una superficie relativamente lisa y protegida. La disposición de las figuras revela una manifiesta intencionalidad compositiva: no se trata de trazos dispersos, sino de un conjunto organizado que sugiere un significado compartido por quienes lo realizaron.

El motivo más destacado del panel es el arboriforme, una figura esquemática que recuerda a la silueta de un árbol o arbusto y que constituye uno de los símbolos que son más característicos del arte rupestre del extremo sur peninsular.

Ejecutado con pigmentos rojizos, probablemente a partir de óxidos de hierro, el diseño muestra un sobresaliente dominio técnico. A un lado se disponen numerosos trazos horizontales casi paralelos, mientras que en el otro aparecen líneas perpendiculares al eje central, de las que descienden unos pequeños trazos verticales.

Este juego de líneas genera una silueta que es muy equilibrada y fácilmente reconocible.

La reiteración de motivos similares en otros abrigos de la región sugiere que el arboriforme no era un elemento aislado, más bien era parte fundamental del imaginario simbólico de estas comunidades.

Su significado exacto sigue siendo objeto de debate puesto que algunas interpretaciones lo relacionan con elementos prácticos del paisaje, como cercados o delimitaciones territoriales, mientras que otras proponen lecturas simbólicas vinculadas a la fertilidad, la vegetación, el agua o de la importante regeneración natural. También se ha planteado que pudiera funcionar como una especie de emblema identitario compartido por distintos grupos humanos.

Por encima del arboriforme se observan agrupaciones de pequeños puntos, realizados estos mediante la técnica del punteado. Esta forma de expresión, menos habitual que el trazo lineal, sugiere diferentes fases de ejecución y apunta a que el abrigo mantuvo su gran importancia simbólica a lo largo del tiempo.

Bajo el motivo principal destaca además una figura zoomorfa como se trata de un ave representada en pleno vuelo. Aunque poco frecuente, la presencia de aves en el arte rupestre del sur peninsular suele asociarse a significados rituales o espirituales, muy posiblemente relacionados con su capacidad para moverse entre el cielo y la tierra.

La Cueva del Extremo Sur, situada hoy en terrenos militares, ha estado protegida durante décadas del acceso incontrolado, lo que ha favorecido su conservación, si bien también ha limitado su difusión.

Su valor patrimonial es totalmente incuestionable. Este enclave aporta valiosa información sobre las expresiones artísticas de la Prehistoria reciente así como también permite reconstruir la compleja relación simbólica entre las distintas comunidades humanas y su entorno en un territorio clave del sur de Europa.