La Esperanza del Silencio llena el Panteón, fervor y lágrimas en los días previos a su coronación canónica
Así vivió San Fernando el multitudinario homenaje a la Virgen de la Esperanza camino de su coronación
El fervor por la Virgen de la Esperanza ha desbordado todas las previsiones en San Fernando durante el fin de semana, en un ambiente de mucho y profunda emoción y fe.
La imagen titular de la Hermandad de la Expiración, que se encuentra en el Panteón de Marinos Ilustres, vivió este pasado domingo un multitudinario besamanos que marcó un nuevo hito en el camino hacia su coronación canónica, prevista para el próximo sábado.
Desde primeras horas de la mañana, cientos de personas comenzaron a congregarse en el templo castrense a fin de poder rendir homenaje a la Virgen.
La larga cola, que se extendía desde el altar mayor hasta el patio de la Escuela de Suboficiales de la Armada, dio testimonio del enorme arraigo y tradición popular que mantiene esta devoción mariana.
Ni la distancia, ni el día festivo, ni el intenso trasiego impidieron que fieles de todas las edades acudieran a presentar su respeto así como su gratitud ante la imagen.
Durante las tres horas en que el templo permaneció abierto, el flujo de visitantes fue incesante y constante. Entre los asistentes se encontraban cofrades de otras hermandades, miembros de juntas de gobierno y numerosas familias completas que no quisieron perderse este momento histórico.
Muchos de ellos, conmovidos, se acercaban a la imagen con lágrimas en los ojos o con sonrisas de enorme emoción contenida, mientras otros ayudaban a los más pequeños o mayores a subir los escalones del altar para besar las manos de la Esperanza.
Un preludio de coronación con sabor histórico en San Fernando
El besamanos, que ha superado todas las expectativas de la organización, viene enmarcado dentro de los actos preparatorios de la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza.
Para la Hermandad de la Expiración, este reconocimiento eclesiástico representa la culminación de un sueño que ha sido largamente esperado, fruto de décadas de devoción y compromiso.
El traslado de la imagen al Panteón de Marinos Ilustres, celebrado la noche del sábado, fue otro de los momentos que será más recordados. Acompañada por una multitud de isleños, la Virgen recorrió las calles de la ciudad en un ambiente solemne y emotivo.
El cortejo procesional avanzó al son de la banda de música Julián Cerdán, mientras los Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC) portaban el paso sin palio, con cuatro candelabros dorados que eran procedentes del misterio de la Resurrección y una delicada y bella mantilla que destacó como elemento principal de su atuendo.
El itinerario, que incluyó lugares emblemáticos tales como pudieran ser Rosario, San Rafael y la Glorieta, concluyó en la reja del Panteón, donde un grupo de alumnos y mandos de la Escuela de Suboficiales de la Armada aguardaban para recibirla.
Este gesto vino a simbolizar una vez más el vínculo histórico entre la Hermandad de la Expiración y la Armada Española, una relación que se remonta a los orígenes de la corporación.
La Esperanza de San Fernando, en el lugar que le corresponde
Ya instalada en el gran templo de la Marina, la Virgen de la Esperanza parece haber encontrado su sitio merecido y natural. La solemnidad del recinto, dedicado a los héroes navales de España, ha resultado un entorno ideal y perfecto para acoger la devoción mariana.
Fieles y cofrades coinciden en que la ubicación “no podría haber sido más acertada”, y que la imagen, entronizada en el altar mayor, que viene a integrarse con absoluta armonía en el conjunto monumental.
El ambiente vivido durante estos días en San Fernando ha confirmado que la coronación canónica que va más allá de lo puramente religioso. Más allá de los actos litúrgicos, la ciudad entera ha respondido con entusiasmo a una cita que ya se percibe como un acontecimiento histórico.
Muchos isleños reconocen que estos momentos quedarán grabados en la memoria colectiva como una de las mayores expresiones que puede haber de fe y unidad de los últimos años.
La Hermandad de la Expiración continúa ahora los preparativos finales de cara a la ceremonia pontifical, en la que la Virgen de la Esperanza será coronada canónicamente ante la presencia de autoridades civiles, eclesiásticas y militares, dando por cerrado así un capítulo que marcará un antes y un después en la historia cofrade de San Fernando.