
La industria auxiliar corta la Carretera Industrial de Cádiz y celebrará asamblea contra el acuerdo del metal
La CGT, sindicato con presencia en el comité de empresa, había convocado una huelga indefinida que sirviera de respuesta a la firma del preacuerdo

El preacuerdo alcanzado casi in extremis al filo de la medianoche ayer domingo 23 que pretendía desconvocar la huelga del metal en la provincia de Cádiz no está siendo bien acogido por parte de los trabajadores. Tanto que las plantillas de la industria auxiliar han cortado la Carretera Industrial en Cádiz y van a celebrar asambleas para visualizar su oposición.
El pacto fue alcanzado entre el sindicato mayoritario, UGT, y la patronal, Femca, y tanto CCOO como otros organizaciones como CTM (Confederación Trabajadores del Metal) y CGT parecen mostrarse en contra.
Las asambleas celebradas desde las seis de la mañana en diferentes centros de trabajo de Cádiz, especialmente en los centros de Navantia, ha dejado claro que los trabajadores quieren manifestar un claro rechazo a lo que consideran una pérdida de derechos laborales que han adquirido en años de lucha. De ello, en la factoría de San Fernando, la plantilla de la industria auxiliar lo han rechazado y se dirigen hacia Cádiz para esas asambleas.
Uno de los puntos más conflictivos de este preacuerdo es el contrato para menores de 25 años, donde se contempla que los nuevos contratos en esa franja de edad se firmen con un 75% del salario base, bajo el argumento o la excusa de fomentar el empleo para trabajadores jóvenes. Este modelo, que podría extenderse hasta los próximos nueve años, genera un fuerte rechazo en la plantilla, puesto que se entiende como una precarización encubierta del empleo y un retroceso manifiesto respecto a las condiciones actuales.
A esto se suma la eliminación efectiva del plus tóxico, penoso y peligroso —que se trata de un complemento salarial ligado a las condiciones insalubres o peligrosas en diferentes puestos—, que según indican las fuentes sindicales fue cedido en negociaciones anteriores por los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT.
Cádiz como eje de las protestas y rechazo al preacuerdo
Aunque se ha establecido un margen que comprende dicho plus y que pueda cobrarse íntegramente hasta el año 2032, la plantilla interpreta que es una medida con la que se pierde a largo plazo que acabará afectando a miles de trabajadores y trabajadoras del sector.
La CGT, sindicato con presencia en el comité de empresa, había convocado una huelga indefinida que sirviera de respuesta a la firma del preacuerdo. Sin embargo, en las últimas horas, desde la dirección sindical se plantea un retroceso en esa postura, lo que ha generado desconcierto en los manifestantes y, en algunos casos, descontento entre las bases. La posibilidad ahora está en que las auxiliares sean las que convoquen una huelga indefinida como una respuesta a esta situación que es una opción real, según fuentes cercanas a las movilizaciones.
La situación en la Industria Auxiliar del metal ya es antigua, no es nueva, pero este episodio vuelve a poner sobre la mesa que no existe consenso entre los sindicatos representativos y la base trabajadora. Mientras CCOO y UGT defienden los términos del preacuerdo mostrándolos como un avance que garantiza estabilidad y empleo futuro en un sector en riesgo, desde las plantillas se observa como una mala cesión, que es excesiva ante la patronal, y que su objeto es recortar derechos históricos.
En las asambleas convocadas este lunes se está claramente en contra de lo pactado, lo que refuerza la fractura interna entre trabajadores, sindicatos y empresas. La presión sigue aumentando a medida que pasan los días y no hay avances sustanciales en las negociaciones.
Cádiz es el eje de las protestas como ha ocurrido en años anteriores con los distintos conflictos del metal. Las voces de las auxiliares reclaman una mayor participación en las decisiones y transparencia dentro de las negociaciones.
El conflicto parece que se reaviva y está lejos de resolverse. Hay mucha tensión y no hay que descartar nuevas movilizaciones en las próximas horas. La plantilla ha hablado con claridad: no aceptan el retroceso en sus derechos ni las fórmulas encubiertas en las que se pone de manifiesto la precarización laboral, aunque vengan revestidas de promesas de futuro.