La Junta de Andalucía saca pecho en Cádiz, pero sin novedades: el balance del año de Mercedes Colombo suena a precampaña
La delegada convierte el tradicional desayuno con periodistas en un alegato de gestión que reitera promesas, como el nuevo hospital, aún sin concretar
El tradicional desayuno navideño de la Delegación del Gobierno de la Junta en Cádiz se convirtió este año en un acto claro de precampaña electoral y con un excesivo tono político. Un exceso de triunfalismo y un sacar pecho que cuando se rascaba un poco no pasaba la prueba del algodón de ofrecer el mínimo dato o plazo nuevo.
La deleada territorial, Mercedes Colombo, acompañada por parte del equipo provincial, ofreció un balance del 2025 en el que abundaron las cifras, las palabras “cumplimos lo prometido” y las referencias al “avance” y la “estabilidad” de Juanma Moreno, pero faltaron anuncios nuevos o concreciones sobre proyectos que siguen atascados, como el del nuevo hospital de Cádiz, que vuelve a mencionarse sin avances tangibles.
El encuentro, concebido como un gesto de cercanía con los medios, sonó más a mitin de precampaña que a ejercicio de rendición de cuentas. Colombo, que asumió el papel de portavoz del optimismo agndaluz, insistió en que “2025 ha sido el año en el que el Gobierno de Juanma Moreno ha cumplido con Cádiz”, citando logros en empleo, sanidad e infraestructuras.
Sin embargo, el mensaje repitió en gran medida los argumentos expresados días atrás por Antonio Sanz, consejero de la Presidencia, que ya había trazado una línea similar de “cumplimiento y estabilidad”.
La delegada se apoyó en cifras que dibujan una provincia en crecimiento —más de 424.000 afiliados a la Seguridad Social y récord de autónomos—, pero evitó ahondar en los problemas estructurales que siguen marcando el pulso social gaditano: la temporalidad, la precariedad laboral y el desequilibrio territorial entre la Bahía y la Sierra.
Tampoco ofreció detalles sobre el futuro hospital, pese a que el Gobierno andaluz anunció hace meses una partida presupuestaria de 10 millones de euros para su impulso.
Repetición de mensajes y tono institucional
La puesta en escena (todos los delegados y delegadas territoriales escoltando a Colombo) trataba de reforzar la imagen de una Junta satisfecha de sí misma, autocomplaciente, que reivindica estabilidad frente al “ruido político de Madrid”.
Colombo habló de diálogo, moderación y resultados, pero el discurso fue calcado al que días antes había pronunciado Sanz, reforzando la sensación de que la maquinaria electoral ya está en marcha.
El triunfalismo institucional contrasta con la falta de autocrítica o balance de los proyectos que se han demorado, como el Centro de Fabricación Avanzada, las actuaciones de carreteras o el prometido desdoble de la A-491. Y ni de lejos, se dijo nada nuevo ni se aclaró el calendario del nuevo hospital de Cádiz, convertido ya en un clásico de los balances anuales sin concreción.
Entre felicitaciones navideñas y deseos de “un próspero 2026”, la Junta cerró el año en Cádiz con un mensaje más político que institucional, más electoralista que de balance real. En la práctica, el desayuno con la prensa sirvió para reafirmar el relato de éxito que el Gobierno andaluz quiere proyectar de cara a un año donde el clima electoral empieza a notarse antes de que empiece.