Landaluce dimite del PP y sigue como alcalde de Algeciras y senador mientras el Supremo investiga la triple denuncia del PSOE
El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha presentado su dimisión como presidente del Partido Popular local y ha solicitado la suspensión temporal de militancia tras la denuncia del PSOE ante la Fiscalía del Tribunal Supremo.
La acusación incluye tres presuntos delitos: malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y abuso sexual.
Pese a ello, Landaluce mantiene su cargo institucional como alcalde y senador, conservando así su condición de aforado, lo que traslada la instrucción de la causa al Supremo.
El regidor ha justificado su decisión como un “acto de responsabilidad” para evitar que su situación personal afecte al partido, pero deja claro que no abandonará la alcaldía. “El pueblo de Algeciras me eligió y seguiré trabajando por él con honestidad y firmeza”, señaló en su comunicado oficial.
Landaluce insiste en su “absoluta inocencia” y denuncia una “campaña de acoso político” promovida por el PSOE, que —según él— busca “desgastar” al gobierno municipal aprovechando un momento de vulnerabilidad interna del PP andaluz.
La Fiscalía del Tribunal Supremo ya analiza la documentación presentada por los socialistas, centrada en presuntas irregularidades en la gestión municipal y en el uso de fondos públicos. Desde el PSOE se pide “claridad y ejemplaridad institucional”, mientras que desde el PP regional se guarda un discreto silencio a la espera de que avance el proceso.
La triple denuncia ha abierto una grieta política en el entorno popular. Fuentes del partido admiten que la continuidad de Landaluce al frente del Ayuntamiento de Algeciras y su escaño en el Senado podría complicar la estrategia electoral de cara a las municipales de 2027.
El alcalde ha recordado que mantiene una demanda previa contra la portavoz socialista Rocío Arrabal por acusaciones similares. Además, ha anunciado que presentará una querella ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía si no se produce una rectificación.
“Seguiré trabajando con la cabeza alta y el corazón firme. No permitiré que nadie destruya mi honor ni el de mi familia”, ha afirmado. Entre tanto, el caso ya se ha convertido en uno de los focos de mayor tensión política en el Campo de Gibraltar.