Miedo en el barrio de Santa María: "De un susto, pasaremos a una tragedia"

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Inquietud, miedo y temor en el barrio de Santa María de la capital gaditana. El origen está en la okupación de viviendas, unas tras otras, por parte de un grupo de jóvenes de origen magrebí que está haciendo mucho ruido en la finca en la que se han instalado, en la calle San Juan Bautista de la Salle con la calle Viento, y en todo espacio público de cercanía. "Se pegan entre ellos, son muy violentos. Un día verás...  Y atacan por la calle sin miramientos: a una niña, por ejemplo, le robaron el patinete utilizando la fuerza", se relata.

"De un susto, pasaremos a una tragedia", se avisa en el barrio. Vecinos que viven solos, con miedo. Personas mayores, con miedo. Padres... aterrados. "El otro día incluso se estaban metiendo droga a las puertas del colegio en el que estudian nuestros pequeños, en La Salle Mirandilla", se recuerda poniendo el foco en la delicada situación.

Campan a sus anchas. Y no hay solución: sólo parches. La Policía Nacional, con las manos atadas, hace lo que puede. Y las empresas de desokupación hacen su trabajo y son llamados al paso del tiempo por otros propietarios de finca para volver a intervenir con okupas que ya le son de sobra conocidos.

Muchos okupas fueron desalojados de una problemática finca en la calle Sopranis que ya fue tapiada. El propietario de la misma destinará las viviendas al alquiler (sin fines turísticos).

Cuando fueron echados del inmueble, no tardaron en buscarse otro techo. Algunos de ellos, un grupo de jóvenes magrebíes, se instalaron en una finca pegada al colegio La Salle Mirandilla, en la calle San Juan Bautista de la Salle con la esquina de la calle Viento.

Y ayer hubo un susto, muchas veces veces antesala de una tragedia. Agentes de la Policía Nacional tuvieron que intervenir sobre las 17:00 horas en la finca al producirse un incendio eléctrico en el cuadro de contadores del suministro eléctrico. Un cuadro de contadores "inexistente", según fuentes policiales.

Los agentes trataron de contener y controlar el incendio con los extintores que llevan de dotación los vehículos radio patrullas. Una vez personados, los bomberos se hicieron cargo del incendio hasta su total extinción.

"De un susto, pasaremos a una tragedia", se viene avisando en el barrio por activa y por pasiva.