“Nos sentimos olvidados”, familias del edificio Miramar reclaman soluciones urgentes en Puerto Real
Un mes después del incendio, los vecinos del Miramar siguen sin agua y piden auxilio al Ayuntamiento de Puerto Real
Una amplia representación de los residentes del Edificio Miramar, situado en el barrio Río San Pedro de Puerto Real, acudió al salón de plenos del Ayuntamiento para exigir ayuda ante la difícil y compleja situación que atraviesan desde el incendio ocurrido el pasado día 20 de noviembre en el garaje del inmueble.
Más de un mes después del siniestro, los vecinos de anuncian que siguen viviendo sin tener agua corriente ni saneamiento, y que el edificio continúa declarado como “no habitable”.
Durante la sesión plenaria, Blanca Navarro, portavoz del colectivo de vecinos afectados, tomó la palabra para exponer la realidad diaria de decenas de familias que, pese a las advertencias técnicas, continúan residiendo en el edificio por la falta de alternativas habitacionales en la zona.
Al respecto de su situación Navarro dijo que “no tenemos agua y es imposible realizar tareas tan básicas como ducharnos o cocinar con normalidad”.
Los vecinos explicaron que, veinte días después del incendio, el Ayuntamiento de Puerto Real colocó unos grifos provisionales en el patio comunitario para abastecerse de agua.
Igualmente se les autorizó a utilizar las duchas de la sala de barrio Río San Pedro, si bien el uso de estas instalaciones está condicionado a los horarios de apertura del centro. “El 25 de diciembre, día de Navidad, no pudimos ducharnos porque el centro estaba cerrado”, lamentaba Navarro.
A las dificultades con el suministro se suman los problemas de limpieza e higiene ya que los vecinos también denunciaron la acumulación de residuos en el alcantarillado cercano al edificio, donde vierten las aguas grises, y el estado de los baños portátiles instalados en el exterior, que solo se limpian dos veces por semana.
“Es insostenible para la cantidad de personas que seguimos viviendo aquí”, afirmaron.
No obstante, lo que más preocupa a los vecinos es la incertidumbre sobre el futuro del edificio. Según explicaron, solo una parte de las viviendas podría ser rehabilitada a corto plazo, entre tanto que la otra mitad presenta daños estructurales graves cuyo arreglo podría demorarse “seis meses, un año o incluso más”.
Ante esta situación, los afectados piden “auxilio” institucional a fin de poder vivir con dignidad mientras se desarrollan las obras.
Medidas solicitadas por los vecinos al Ayuntamiento de Puerto Real
Entre las medidas solicitadas al Ayuntamiento de Puerto se encuentran la instalación de duchas y baños portátiles con agua caliente, fregaderos comunitarios y un comedor provisional donde los vecinos puedan preparar alimentos.
Se han reclamado también la colocación de bajantes temporales que permitan restablecer parcialmente la red de saneamiento.
Además, los vecinos advirtieron sobre las secuelas psicológicas que ha dejado el incendio puesto que “hay personas de baja médica, adultos que no pueden dormir y niños con miedo a volver a sus casas”, explicó Navarro, quien pidió que se ofrezca la oportuna atención psicológica a las familias afectadas.
En respuesta, la alcaldesa de Puerto Real, Aurora Salvador, aseguró que el Consistorio reafirma su compromiso con los vecinos del Miramar “hemos ayudado en todo lo posible y vamos a seguir haciéndolo. No tengáis la menor duda”, declaró la regidora en el transcurso del pleno.
Salvador adelantó que el Ayuntamiento de Puerto Real está estudiando la posibilidad de acelerar la instalación de la nueva red de saneamiento, en coordinación con la Empresa Pública de Suelo y Vivienda (EPSUVI).
No obstante reconoció las dificultades para realojar a las familias por la escasez de viviendas tanto en el parque público municipal como en el mercado privado de alquiler.
“Hemos buscado soluciones en Puerto Real, Cádiz, San Fernando y El Puerto de Santa María, pero no hay disponibilidad”, detallaba la alcaldesa.
También mencionó que el Ayuntamiento de Puerto Real había solicitado el uso temporal de la Residencia de Estudiantes Bahía, pero finalmente no será posible debido a las obras de reforma que se iniciarán en breve.
Pese a las limitaciones, Salvador insistió en que la administración local mantiene “la mano tendida” hacia los vecinos y seguirá trabajando a fin de encontrar alternativas que alivien la situación.
Los vecinos del Edificio Miramar, entre tanto, continúan intentando rehacer su vida en medio de la precariedad, a la espera de que la reconstrucción y la ayuda prometida lleguen cuanto antes.