‘Por Amal’ regresó a Chiclana con un mensaje urgente de humanidad, empatía y memoria para Gaza
Impacto y memoria en ‘Por Amal’: la obra que conecta a jóvenes de Chiclana con los Derechos Humanos
El Teatro Moderno, la compañía internacional Exilio Tarab, la coreógrafa Nada Chouaib, la figura simbólica de Amal y jóvenes del CEAR de Campano se dieron cita en una jornada marcada por la reflexión y de la sensibilidad.
La representación del espectáculo "Por Amal" volvió a Chiclana en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, convirtiéndose en un lugar de encuentro para estudiantes de diversos institutos y jóvenes refugiados que participaron en una experiencia artística y social profundamente emotiva.
La Delegación de Cooperación Internacional impulsó esta nueva presentación después del éxito de la función que se ofreció en otoño dentro de la programación cultural de la ciudad.
En esta ocasión, el objetivo fue muy claro como el de acercar a la juventud a una realidad que, aunque distante geográficamente, se ha convertido en una de las grandes preocupaciones globales.
Más allá de la exhibición artística, la actividad buscó abrir espacios de diálogo, también de poder impulsar la reflexión crítica y ofrecer herramientas para comprender la importancia de la defensa de los derechos humanos.
Alumnos del IES Fernando Quiñones, IES Poeta García Gutiérrez, IES La Pedrera Blanca y SAFA Sagrado Corazón de Jesús asistieron a la función, junto a jóvenes residentes en el CEAR de Campano.
Para muchos de ellos, esta propuesta supuso la primera toma de contacto con un espectáculo que combina artes escénicas contemporáneas así como también de narrativas de carácter social. La vivencia compartida entre estudiantes locales y jóvenes refugiados añadió una dimensión humana que potenció el mensaje central de la obra.
"Por Amal" en Chiclana
"Por Amal" nace de un enfoque íntimo y a la vez universal puesto que la pieza se construye como un poema escénico que fusiona danza, texto y música para transmitir la experiencia que viven miles de personas obligadas a abandonar sus hogares por la guerra.
La obra se inspira en la memoria de Amal, una niña que es palestina de siete años, hija del poeta Refaat Alareer, cuya muerte en un ataque selectivo se convirtió para la compañía en símbolo de una infancia vulnerada por el conflicto.
Su nombre, que en árabe significa “esperanza”, articulando así la esencia de la propuesta como es la necesidad de seguir buscando humanidad incluso en medio de las circunstancias más adversas.
La creadora de la pieza, la coreógrafa libanesa Nada Chouaib, aporta a la obra una perspectiva que resulta profundamente personal. Su propia experiencia como niña refugiada durante la guerra marcó la concepción del espectáculo, combinando recursos de la danza oriental moderna, el arte sufí, el dabke palestino, la poesía slam y la música contemporánea de Oriente Medio.
Esta amalgama de disciplinas construye un lenguaje escénico que transita entre lo meditativo, lo épico y lo sensorial, y que es una invitación al público joven a conectar emocionalmente con historias que a menudo quedan reducidas a cifras o titulares.
El montaje propone un recorrido visual y sonoro que refleja el impacto psicológico y político de la guerra sin caer en discursos explícitos. Mediante movimientos circulares, ritmos repetitivos y silencios calculados, la obra recrea la fragilidad de la memoria y la fuerza de la supervivencia.
El trabajo de iluminación y la presencia del texto poético completan una atmósfera que envuelve al espectador, motivando su reflexión sobre la empatía, la responsabilidad colectiva y el valor de la vida en contextos de violencia.
La reacción del público fue de atención sostenida y emoción contenida. Muchos estudiantes destacaron la intensidad del relato y la capacidad del espectáculo para transmitir una realidad que hasta ahora conocían únicamente por referencias externas.
La presencia de jóvenes del CEAR, algunos de ellos con historias similares a las evocadas en la obra, potenció la conexión entre escenario y platea, potenciando el carácter pedagógico y humanizador de la iniciativa.
La jornada concluyó con un espacio de intercambio de impresiones, en el que se abordaron cuestiones vinculadas con los derechos humanos, el desarraigo y la importancia de cultivar la empatía en tiempos de incertidumbre.
Con propuestas como "Por Amal", Chiclana se viene a reafirmar su apuesta por una cultura que educa, sensibiliza y fomenta la conciencia crítica entre las nuevas generaciones.