
'Si caminito al Estadio', por Carlos Natera: Sin miedo: objetivo ascenso
El Cádiz no puede seguir con la cantinela de los 50 puntos y la permanencia. Una plantilla con jugadores como Suso y Ontiveros debe mirar arriba

Suso le otorgó al equipo amarillo con un latigazo descomunal. Él se lo guisó, nosotros nos lo comimos, para gloria del club y de la afición que mira de reojo a la zona alta de la clasificación.
En esta tesitura, con un gran arranque liguero y una plantilla a buen nivel, el equipo debe ser ambicioso y mirar arriba, centrarse en el ascenso y no conformarse con los 50 puntos. Otra cosa sería perder la oportunidad de luchar por un nuevo ascenso para la historia cadista, en una categoría donde, tras 5 partidos, estamos viendo que ningún equipo está del todo bien.
Mirar al ascenso no implica no mejorar los problemas existentes. Aún con la portería a 0, el Cádiz demostró, una vez más, que defensivamente tiene que mejorar. El Eibar necesitó muy poco para crear peligro, sólo un excelso Aznar (el Aznar bueno, podríamos decir) libró al conjunto amarillo de encajar goles.
El medio campo, otra vez, se encontró perdido y sin capacidad de trenzar jugada, especialmente en una primera mitad mediocre donde se demostró que Garitano sigue sin conseguir que el equipo juegue a algo.
Con todo con ello el Cádiz ganó. Se encuentra en segunda posición en puntos, empatado con otros tantos equipos, y sólo por detrás de un Racing que parecía una máquina perfecta hasta que la Cultural de Rubén Sobrino le cascó 4 goles a domicilio.
El derrotista dirá que jugando así, el Cádiz no puede estar arriba. Yo lo veo de otra manera: si jugando mal hemos logrado sumar como el que más, qué no lograremos cuando el conjunto se engrase. Hay que recordar que son muchas las piezas nuevas y hay que terminar por encajarlas todas.
Ser cadista en los últimos años ha sido una experiencia convulsa. Descensos a 2B, ascensos frustrados, penalties fallados… Es razonable que el cadista quiera conservar los pies en el suelo y mire con el rabillo del ojo a la zona baja, pero no son los traumas del pasado motivo suficiente para no soñar con el ascenso, no creer en él y no lucharlo. A por el Málaga.