El secretario del Metal de UGT, Antonio Montoro.
El secretario del Metal de UGT, Antonio Montoro.

UGT defiende las bonanzas del preacuerdo en el metal: "Garantizamos el poder adquisitivo con revisiones anuales"

El Campo de Gibraltar refrenda el pacto en asambleas, mientras el sindicato subraya avances en empleo juvenil, plus tóxico y contratos fijos discontinuos

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El sindicato UGT ha salido a defender lo bueno que, asegura, tiene el preacuerdo alcanzado en la noche del domingo 22 con la patronal del metal en la provincia de Cádiz (Femca), al que considera “un convenio de futuro”.

La organización sostiene que el texto firmado da respuesta a muchas de las reivindicaciones históricas del sector, y que consolida mejoras en estabilidad, poder adquisitivo y condiciones laborales, tras más de un año de negociaciones.

El acuerdo, alcanzado en el marco del Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (SERCLA) a medianoche del domingo 23, ya ha sido ratificado en el Campo de Gibraltar. Allí, las plantillas lo han respaldado de forma mayoritaria en las asambleas celebradas este lunes en distintos centros de trabajo. Se está ahora a la espera de que el resto de comarcas se pronuncien en las próximas horas.

“Ha sido un convenio duro, como siempre, pero UGT tiene una responsabilidad con los 30.000 trabajadores del sector”, ha subrayado Antonio Montoro, secretario del Metal en UGT Cádiz. Según explica el dirigente sindical, el texto firmado recoge una subida salarial del 3% en 2024, y vincula las tablas de los años siguientes al IPC real del ejercicio anterior, con carácter retroactivo. A eso se suman los atrasos ya fijados para los años 2024 y 2025. “El IPC quedará garantizado para siempre —salvo que se negocie lo contrario—, lo cual va mucho más allá de lo que conseguimos en el conflicto de 2021”, ha defendido Montoro.

En su intervención, el representante sindical también ha reivindicado otros avances que considera claves: desde la inclusión de un protocolo de regulación para los contratos fijos discontinuos, hasta la recuperación y consolidación progresiva del plus tóxico, penoso y peligroso, que alcanzará el 100% en 2032. “Es un artículo que se perdió en 2012, y que ahora hemos recuperado y blindado para quienes desempeñan sus tareas en talleres, factorías o empresas auxiliares vinculadas a la gran industria”, ha señalado.

UGT ha insistido, además, en que el acuerdo abre “una puerta al empleo juvenil” mediante una cláusula que permite la contratación de personas sin experiencia menor de 25 años con un salario del 75% durante un periodo transitorio de hasta 18 meses. Frente a las críticas de precarización, el sindicato sostiene que se trata de un mecanismo excepcional, que busca responder a los problemas reales de contratación denunciados por la patronal, sin comprometer las condiciones estructurales del convenio.

Uno de los puntos que más debate ha generado es la duración del convenio: nueve años, hasta 2032. Mientras otros sindicatos lo rechazan por considerar que dilata en exceso la posibilidad de renegociar derechos, UGT lo defiende como un marco de estabilidad a largo plazo. “Este horizonte es el que garantiza que el plus tóxico llegue a todo el mundo y permite que se consoliden los avances pactados”, aseguran desde la organización.

Montoro ha insistido, en todo caso, en que el preacuerdo no tendrá validez definitiva hasta que sea ratificado en todas las comarcas de la provincia: “Como ya hicimos en 2021, el texto será sometido a votación por los delegados y delegadas en cada centro, y no se procederá a la desconvocatoria oficial de la huelga hasta que tengamos el respaldo mayoritario de las plantillas”.

En ese sentido, el Campo de Gibraltar ha sido el primer territorio en dar un paso al frente. En un comunicado oficial, los representantes sindicales de UGT han confirmado que, tras explicar los términos del preacuerdo en los centros de trabajo, se ha procedido a la votación y “mayoritariamente se ha alcanzado el respaldo de los trabajadores y trabajadoras”.

La ratificación en el resto de comarcas será clave para cerrar definitivamente un conflicto que ha puesto de nuevo al sector del metal en el centro de la actualidad laboral y sindical en la provincia de Cádiz.