Un Cádiz CF obligado a frenar su caída en la tabla visita a un Real Zaragoza en su mejor momento
Los amarillos, con bajas importantes y dudas, se miden en el Ibercaja Estadio a un colista que suma 10 de los últimos 15 puntos y busca salir por fin del descenso
El Cádiz CF cierra el año como visitante en modo examen. Después de encadenar sensaciones opuestas en pocos días (ganar con muy poco en Córdoba y caer en casa ante el Racing pese a competir a buen nivel), el equipo de Gaizka Garitano se enfrenta este sábado a un Real Zaragoza que, aunque sigue colista, llega con el pulso de un equipo en plena reacción.
De hecho, los maños llegan con mejores números que los cadistas en los últimos cinco encuentros. Los amarillos están obligados a abrir el paracaídas que frene su bajada espectacular en la tabla desde el 12 de octubre, cuando se colocó líder que le ha llebvado a la décima plaza que ocupa.
El Zaragoza ha sumado 10 de los últimos 12 puntos y ha encontrado una línea de continuidad que le permite soñar con acabar el año fuera de los puestos de descenso. Algo que podría conseguir incluso si derrota al equipo gaditano.
El Cádiz, por su parte, busca confirmar las sensaciones vividas ante el Racing y mejorar sus prestaciones defensivas para evitar encajar demasiado para lo que cuesta marcar.
Garitano insistió en la previa en la necesidad de “seguir dando nuestra mejor versión”, quedarse “con lo mucho bueno” hecho ante el Racing y corregir lo que les penalizó de verdad: “no se puede encajar tres goles” ni “dejar escapar un partido que vamos ganando 2-0”. También subrayó la igualdad de la categoría y avisó de que el Zaragoza es “de los rivales más en forma” del momento.
La visita llega, además, con un parte médico que condiciona. En el Cádiz siguen fuera Suso, Joaquín, Fali y Kovacevic (el central serbio sera baja unos tres meses despues de pasar por el quirófano para tratar su lesion de rodilla), mientras que Ontiveros ha entrado en la lista de convovados, aunque no está claro que esté para ser titular.
Así, todo apunta a que el Cádiz repetirá el 4-4-2 de las últimas jornadas, el sistema con el que ha encontrado más orden y mayor presencia ofensiva, aunque la clave no estará solo en el dibujo, sino en la lectura del partido: evitar pérdidas evitables, sostener la medular cuando el rival aprieta y no conceder transiciones fáciles.
En el rival, Rubén Sellés afronta el choque con un listado largo de ausencias. No estará Andrada por sanción ni Bakis, también castigado, y el Zaragoza arrastra varias bajas físicas (Kosa, Saidu, Cuenca, Paulino y alguna más pendiente de evolución según la semana). El guion es claro: si el Zaragoza mantiene su tendencia de las últimas jornadas, el Cádiz tendrá que competir con un nivel de concentración alto y, sobre todo, protegerse mejor en su propia área.
Las estadísticas favorecen a los amarillos, pero es cierto que las del Zaragoza están lastradas por su calamitosa primera parte de la campaña. Aún asi,, el duelo enfrenta a dos equipos con perfiles similares en volumen, pero con matices claros.
El Real Zaragoza maneja ligeramente más la posesión media de la temporada y también intenta más disparos (8,4 por partido por los 7,7 del conjunto amarillo), aunque con menor eficacia: su precisión de tiro es del 42,6%, mientras que el Cádiz alcanza un 58,9%, una diferencia notable.
Los gaditanos también han marcado más goles pese a haber rematado menos, lo que refuerza esa sensación de mayor pegada con menos producción. Donde sí sufre el Cádiz es en el control del juego: promedia menos pases por partido ( su precisión en el pase se queda dos puntos por debajo del rival, un dato que enlaza con las dificultades recientes para gobernar los partidos. El conjunto aragonés comete más faltas (y ha visto más tarjetas rojas.
De este modo, el partido del Ibercaja Estadio se presenta como una prueba a la reacción cadista para el Cádiz CF, que llega con buenas sensaciones de juego pero con la necesidad de traducirlas en puntos.
Ante un Zaragoza en plena reacción y con la urgencia de salir del descenso, los amarillos deberán encontrar equilibrio entre controlar el balón (y recuperar una acierto en el pase acorde a la categoría, ya que lleva dos encuentros por debajo del 66 por ciento de efectividad) y no exponerse a las transiciones, uno de sus grandes debe de este tramo de la temporada.
