
Un trabajador despedido del Cádiz CF habla de "venganza" y denuncia años de "bullying y maltrato laboral"
Señala un “acoso orquestado” por Rafael Contreras mientras la carta de despido del club relata amenazas, faltas de asistencia y la simulación de una baja

Juan Antonio Rosa García, conocido como Chino, ha roto su silencio tras haber sido despedido esta semana del Cádiz CF. Asegura que su salida del club se debe a una "venganza" después de haber aparecido denunciando supuestas prácticas del vicepresidente del club, Rafael Contreras, con trabajadores y trabajadoras de la entidad.
El club, por su parte, argumenta en su carta de despido amenazas, faltas de asistencia y la simulación de una baja médica, según ha podido saber este medio.
Chino habla de "venganza" y denuncia años de "bullying y maltrato laboral" en el club, de los que acusa directamente al presidente, Manuel Vizcaíno, y a Contreras de orquestarlos. El despido de Juan Antonio Rosa se produjo ayer, un día después de la publicación en la web Más que al día de un reportaje en el que, según él, "explicaba el acoso que realiza de manera denigrante a los trabajadores Contreras", y en la que se daba su nombre "sin miedo".
Rosa relata que, tras ver la publicación, el 9 de junio se incorporó a su puesto de trabajo y, "transcurrido un par de horas de mi jornada laboral, se presenta personal de recursos humanos para darme la carta de despido por motivos disciplinarios". "No eran infundados los temores que tenía", añade.
Chino asegura que su "historia comienza cuando sale el reportaje que realiza lo que el ojo no ve de Canal Plus" , momento en el que "se ve que a determinadas personas le sienta mal que me dieran protagonismo en este programa y comienza la persecución". Afirma que, siendo responsable de las cantinas y del mantenimiento del Estadio Carranza, fue "destituido de las cantinas dejándome solo el mantenimiento".
Rosa García describe una serie de situaciones que considera parte de un acoso laboral continuado. Relata que fue destinado "sin previo aviso" a El Rosal, a pesar de que su contrato era para el Estadio Carranza y no tenía medios para desplazarse. En El Rosal, donde el resto de los empleados de mantenimiento tenían turno rotativo, a él le impusieron "fijo de tarde", a diferencia de su horario habitual en el Carranza. El antiguo responsable de mantenimiento de El Rosal, Antonio García, le dijo textualmente que lo "ponía a cortar hierba para aburrirme".
Las denuncias de Chino incluyen la denegación constante de vacaciones , y "humillaciones y vejaciones" como el hecho de que le quitaran la taquilla y le obligaran a guardar su ropa en un carro de la compra, sin acceso a los vestuarios. Esta situación, según Rosa, le provocó una "gran depresión" y un "ataque de ansiedad" que requirió asistencia médica y una baja de larga duración. Durante esta baja, fue despedido, lo que le llevó a denunciar y obtener una "sentencia favorable por despido nulo". No obstante, el club, es decir, Manuel Vizcaíno y Rafael Contreras, "la han recurrido, encontrándose pendiente de sentencia firme del TSJA".
Tras la sentencia de despido nulo, el club se vio "obligado a incorporarle". Sin embargo, De la Rosa asegura que fue reincorporado en condiciones precarias en los solares de Delphi, "sin las más mínimas condiciones de salubridad, sin luz ni agua y completamente solo". Posteriormente, denuncia que el acoso laboral "continuó de manera más agresiva".
Relata que Recursos Humanos le ofreció "mejorar sus condiciones laborales" si retiraba la denuncia y dejaba a su abogado, Quique Pina. Al no aceptar, el propio Manuel Vizcaíno, presidente del club, le abordó "de manera agresiva y dando gritos delante de más personas", incluyendo jugadores como Fali, y le dijo: "'ahora llama a tu amigo Quique Pina y me denuncia'". En ese momento, recibió su primer parte disciplinario.
Juan Antonio Rosa afirma que en esa ocasión, y delante de todos, Vizcaíno "dejó claro que el principal problema que tiene conmigo, es que me está defendiendo el abogado de Quique Pina, el enemigo público número 1 de Vizcaíno y Contreras". A partir de entonces, no se le permitió "acercarse a la primera plantilla", pudiendo "atender solo a la cantera".
El acoso, según Rosa, prosiguió por parte de Benito y Lobón, encargados de instalaciones y mantenimiento, quienes "hacen ver que no cumplo con mis funciones, mintiendo en ello". Incluso, durante el paso de la DANA, fue el único trabajador al que se le exigió ir a El Rosal en horario de tarde, lo que le valió un segundo parte disciplinario. 'Chino' reitera que "todo esto está orquestado por Contreras, que es el que obliga a los responsables de mantenimiento a acosarme". Las "continuas vejaciones" agravaron su depresión y ansiedad, llevándole a una nueva baja en 2025.
Rosa García señala que su carta de despido refleja "tres partes disciplinarios", que considera "engañosos". Lamenta que con su cese "consiguieron echar a otro más de los trabajadores cadistas". Con más de 25 años ligado al club, afirma que "no va a consentir que sigan ensuciando" su persona. Chino muestra su deseo de que su caso "sirva para que mis compañeros no sufran el acoso que he estado sufriendo" , y hace un llamamiento a "más trabajadores valientes, que corroboren las vejaciones que sufre el personal por parte, sobre de Contreras". A pesar del despido, De la Rosa declara: "Quiero dejar claro que aunque me hayan despedido, no van a conseguir que deje de querer al Cádiz hasta la muerte".
Carta de despido
Según ha podido saber Cádiz Directo, la carta de despido entregada a Juan Antonio Rosa fundamenta su cese en varios hechos que considera muy graves el club. Entre los "hechos relevantes" que se recogen, se menciona una denuncia del 22 de abril de 2025 por parte de un compañero del Área de Mantenimiento, quien habría sido increpado con amenazas como "Te voy a hundir, soy tu peor pesadilla".
Esta denuncia fue respaldada por otros compañeros. Aunque el trabajador negó los hechos en su alegación, posteriormente envió un mensaje por WhatsApp al denunciante diciendo: "Gracias!!! Sabía por qué lo ibas a hacer. Pero tranquilo has mentido y todo se soluciona".
Además, la misiva hace referencia a faltas de asistencia y ausencia de reincorporación. Se detalla que, tras una baja médica, Rosa no se reincorporó el 23 de mayo de 2025 a pesar de haber recibido el alta el día anterior. Por email, justificó su ausencia alegando no encontrarse bien y solicitó vacaciones hasta el 13 de junio, petición que el club denegó por "alta carga laboral", concediéndole solo tres días (30 de mayo, 2 y 3 de junio). Aún así, el trabajador no habría acudido a su puesto los días 4, 5 y 6 de junio.
La carta también alude a "antecedentes disciplinarios", señalando que Juan Antonio Rosa ya había sido sancionado anteriormente con 30 y 20 días de empleo y sueldo, el 26 de septiembre de 2024 y el 12 de marzo de 2025, respectivamente, por faltas muy graves.
Un punto destacado en el documento es la "simulación de baja médica en Semana Santa". Durante este periodo, mientras Rosa se encontraba de baja, salió como cargador penitente en varias cofradías de Cádiz, incluyendo Los Penas, El Prendimiento y Las Aguas. El club considera este comportamiento una "simulación de enfermedad con el objetivo de obtener un periodo vacacional de forma fraudulenta".
En su conclusión jurídica, la carta de despido considera que Rosa ha incurrido en una primera falta muy grave por "amenazas en el entorno laboral", según el artículo 33.15 del convenio y el artículo 54.2.c del Estatuto de los Trabajadores. Asimismo, se le imputa una segunda falta muy grave por "simulación de enfermedad", tipificada en el artículo 33.2 del convenio y el artículo 54.2.d del Estatuto.