
Ratas, humedad, techos desnudos y miedo: así malvive una familia en una vivienda del ‘banco malo’ en Cádiz
La Sareb ignora desde hace años los requerimientos municipales para intervenir en la finca

En pleno corazón de Cádiz, a uin paso de la Plaza del Palillero, y en pleno siglo XXI para imposible encontrarse con la situación en la que está una familia que vive en unas condiciones infrahumanas en una casa propieda del llamado banco malo, la
En el número 19 de la Calle Javier de Burgos se levanta —o más bien, se desmorona— una vivienda en ruinas en la que viven desde hace quince años una familia con con cuatro menores. Y no encuentran una solución habitacional.
Con una estructura que amenaza con venirse abajo y condiciones de insalubridad propias de otra época, esta finca representa uno de los ejemplos más extremos del deterioro habitacional que soportan muchas familias en pleno 2025. Allí vive desde 2010 una familia formada por dos adultos y cuatro menores. Lo hacen entre paredes con grietas visibles, vigas podridas, humedad permanente y una convivencia diaria con ratas y cucarachas.
Los menores han llegado a sufrir sarna. Todo esto a dos pasos de la zona comercial de Cádiz y de una de las plazas más concurridas, sin ocultarse, sin que nadie lo niegue, en un inmueble que figura como propiedad de la Sareb, la conocida Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria que gestiona activos inmobiliarios y conocida desde hace años como el banco malo.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha hecho pública esta situación con una denuncia contundente: “graves daños en la estructura, vigas podridas, fisuras en los muros y falta de capacidad portante del edificio”, tal y como se recoge en un informe municipal fechado el 23 de mayo de 2025. A ello se suma “la aparición de roedores e insectos”, y la constatación de un riesgo real de derrumbe.
Pese a que el Ayuntamiento de Cádiz ha emitido varios requerimientos para que la Sareb actúe y acometa las obras necesarias, la sociedad estatal no ha ejecutado ni una sola intervención. Según los informes técnicos municipales, el edificio presenta “daños significativos en forjados, cubiertas, instalaciones eléctricas y sanitarias”, lo que lo hace incompatible con cualquier estándar mínimo de habitabilidad.

Cucarachas en la casa de Javier de Burgos. Foto: Apdha.
El diagnóstico técnico es rotundo: el inmueble no solo no reúne condiciones para ser habitado, sino que su mantenimiento deficiente está agravando día a día la situación. “Tanto los paramentos interiores como carpinterías, tabiquería e incluso forjados y falsos techos presentan graves daños y falta de mantenimiento, con afecciones por filtraciones, humedades, desprendimientos e instalaciones obsoletas”, recoge el documento firmado por el arquitecto técnico municipal. La situación alcanza un punto crítico al confirmarse que “la pudrición de las vigas de madera impide que el edificio conserve su capacidad portante”.
La Apdha va aún más allá. En su comunicado acusa directamente a la Sareb de una “dejación de sus obligaciones de mantenimiento”, y sostiene que la inacción podría estar motivada por una intención deliberada de forzar la salida de los inquilinos mediante el deterioro progresivo del inmueble: “El banco malo está actuando para forzar a sus habitantes al desalojo”.
Todo apunta a una estrategia de desgaste por abandono. No hay ninguna intervención prevista, ningún aviso a los vecinos, ningún plan de realojo anunciado. El Ayuntamiento, pese a su responsabilidad subsidiaria, apenas ha reiterado las órdenes de ejecución sin intervenir directamente, mientras que la Sareb ni siquiera ha respondido a los últimos requerimientos oficiales.

La presencia de ratas es constante. Foto: Apdha.
El caso ha sido remitido también al registro municipal de vivienda, para que se valore si esta familia puede acogerse a una solución urgente, ya sea mediante realojo temporal o permanente, en base al riesgo para su integridad física y su exclusión social. Por ahora, no hay respuesta.
El inmueble sigue ocupado. La familia sigue dentro. Y el año sigue siendo 2025, aunque las condiciones del piso no lo parezcan. Mientras la ciudad celebra su historia, su cultura y su potencial turístico, en la calle Javier de Burgos una vivienda olvidada recuerda a cada minuto que hay realidades que no caben en los folletos ni en las notas de prensa institucionales.
La Sareb, creada con fondos públicos para rescatar activos tóxicos de entidades financieras, mantiene hoy una propiedad que pone en peligro la vida de sus ocupantes. Lo hace con conocimiento, con advertencias técnicas formales y bajo requerimientos administrativos. Sin embargo, no actúa.
En Cádiz aún hay quien vive como si fuera el siglo XIX. Y, desgraciadamente, no por nostalgia.