
Vizcaíno hace balance de la temporada del Cádiz CF: está es la nota que le pone
El presidente del club cadista ha sido más autocrítico de lo que es habitual en él

Manuel Vizcaíno reapareció este martes ante los medios tras semanas de silencio. Lo hizo con una larga rueda de prensa en la que repasó la temporada del Cádiz CF, la primera tras el regreso a Segunda División, y abordó todos los frentes: desde el rendimiento deportivo y los errores de planificación, hasta la tensión con la grada, los ajustes presupuestarios y la reconstrucción del equipo.
Y lo ha hecho en un tono más autocrítico de lo habitual,asumiendo los fallos cometidos y calificando la temporada de "desastrosas" y criticando la actitud de algunos jugadores y su "falta de hambre".
"He estado un tiempo callado porque era prudente. Había que reflexionar como club y también a título personal", explicó al inicio de su intervención. “Lo más justo era hacer una rueda de prensa y dar las explicaciones que merecen los cadistas”, añadió.
El tono de Vizcaíno fue más autocrítico de lo habitual en su trayectoria como presidente. “Yo calificaría esta temporada de muy deficiente. En mi época del colegio, eso era del cero al dos”, afirmó con crudeza. “Nos hemos arrastrado en muchos campos. He sentido vergüenza en algunos estadios esta temporada”.
Reconoció que el club erró al mantener la fe en un modelo que ya no funcionaba, especialmente durante el mercado invernal. “En enero era el momento de salvarse, no de pensar en cosas raras”, admitió. “No era el momento de jugar al doble o nada. Hemos jugado varios mercados de invierno así y al final se paga. Era el momento de echar el balón al suelo”.
Vizcaíno también reconoció que había futbolistas “hastiados”, a pesar de su buen rendimiento individual en el pasado. “El equipo necesitaba un cambio y no se hizo”, dijo. “Muchos jugadores han hecho grandes temporadas, pero estaba claro que algo se había roto”.
El relevo en el banquillo y la figura de Garitano
La llegada de Gaizka Garitano al banquillo en diciembre supuso un intento de reconducir una situación límite. Vizcaíno defendió su elección: “Lo contraté para no descender. Nunca he tenido dudas. Incluso cuando ganaba partidos le decía que lo fiché para eso, no para otra cosa. No soy de alabar entrenadores, pero se ha adaptado muy bien con su carácter vasco”.
El cambio de técnico vino motivado, aseguró, por una preocupación real en el club: “Cuando cambiamos de entrenador teníamos miedo al descenso. Éramos un barco enorme a la deriva y tratamos de cambiar la idea, creyendo que los jugadores de Primera iban a seguir rindiendo”.
Ajustes, recortes y reconstrucción
Vizcaíno fue claro al asumir que la estructura del club debe adaptarse a la nueva realidad económica. “Teníamos una estructura amplia en Primera y ahora en Segunda la tenemos que ir reduciendo. Al primero que le dolió el descenso fue al presidente, en el bolsillo”.
Aunque no ofreció cifras concretas, sí confirmó que el presupuesto del próximo curso será inferior. “Dependerá de los ajustes que hagamos y del límite salarial. Es pronto para dar una cifra, pero habrá una disminución”.
La dirección deportiva trabaja ya en una reestructuración profunda de la plantilla, que incluirá rescisiones, cesiones y traspasos. “Tenemos que hacer que todas esas salidas pactadas sean lo menos gravosas posibles para el club”, explicó. El objetivo, dijo, es formar un equipo competitivo “a la altura del Cádiz de los últimos años”, con la ambición de alcanzar cuanto antes los 50 puntos que aseguren la permanencia y, a partir de ahí, “seguir soñando con lo que pasará más pronto que tarde: volver a Primera”.
En cuanto al perfil de los futuros fichajes, Vizcaíno fue contundente: “No vamos a hacer un equipo súper competitivo con jugadores de Primera Federación. Buscamos jugadores con hambre de verdad, por los que la grada se vuelva a sentir orgullosa y que tengan ganas de subir”.
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