Las mejores patatas bravas del supermercado y como elegir las más sabrosas
Las mejores patatas bravas del mercado: tradición, sabor y nuevas propuestas para todos los paladares
Las patatas bravas son mucho más que una tapa puesto que son un símbolo de la gastronomía española. Este clásico, nacido en los bares madrileños, ha conquistado paladares en todo el país y, con el paso del tiempo, también los lineales de los supermercados.
En la actualidad los platos preparados ofrecen versiones cada vez más fieles a la receta original, con propuestas que van desde las más tradicionales hasta las más innovadoras. En este análisis, analizamos las mejores opciones del mercado, su calidad, sabor y relación calidad-precio.
El encanto de unas buenas patatas bravas reside en su equilibrio con una una patata dorada y crujiente que contrasta con una salsa brava sabrosa y ligeramente picante.
Según los expertos en cocina tradicional, la clave está en su textura. Las patatas deben mantener un interior tierno sin perder el toque crujiente exterior, algo que muchas marcas de productos preparados han conseguido mejorar en los últimos años.
La salsa brava, por su parte, es un elemento esencial. Las versiones más valoradas del mercado apuestan por una base de tomate natural con matices de pimentón, ajo y un toque de guindilla.
En algunos casos, se combina con alioli, una fusión que, aunque no pertenece a la receta madrileña original, ha ganado muchos adeptos por su sabor equilibrado.
Comparativa de productos preparados
Entre las opciones más destacadas se encuentran las patatas bravas con allioli y salsa picante de Hacendado, un producto disponible en bandejas de 470 gramos que combina practicidad y sabor.
Su textura es uniforme y la mezcla de ambas salsas ofrece una experiencia intensa y equilibrada, en el que su precio (16,99 € por pack de dos bandejas) puede parecer elevado, pero la cantidad y la calidad justifican la inversión.
Otra alternativa interesante son las Patatas Bravas Horneables de La Sirena (600 g). Este producto congelado permite una cocción en horno o freidora de aire, lo que conserva la textura sin un exceso de grasa.
Su sabor es más suave, ideal para quienes prefieren un picante moderado. Aunque actualmente figura como agotado en varias plataformas, sigue siendo una referencia en el segmento de productos precocinados.
Por su parte, la marca McCain ofrece una versión más versátil, pensada como acompañamiento o también plato principal. Sus Patatas Bravas de 750 g destacan por su sencillez y su naturalidad ya que están elaboradas con patatas seleccionadas y aceite de girasol, sin conservantes añadidos. Su gran ventaja es la rapidez en la preparación.
Para los más exigentes con la salsa, el mercado también ofrece productos especializados como la Salsa Brava Choví, disponible en formatos de 1 kg o 2 litros, sin gluten y con huevos camperos. Su textura es muy cremosa y sabor equilibrado la han convertido en una de las favoritas tanto en hogares como en bares.
Ingredientes clave y consejos de compra de patatas bravas
Detrás de un plato de calidad hay ingredientes seleccionados. Las mejores patatas bravas se elaboran con patatas frescas, aceite de oliva o girasol, y salsas sin colorantes que resulten artificiales. Al elegir una opción preparada, conviene revisar la etiqueta y buscar productos que mantengan la autenticidad de la receta.
También es recomendable prestar atención a la intensidad del picante, que puede variar mucho entre marcas. Mientras algunas, como Prima, apuestan por un sabor más fuerte y especiado, otras, como Ferrer, ofrecen un equilibrio ideal entre dulzor y picante.
Otro aspecto a considerar es la forma de cocción. Los productos precocinados pueden prepararse al horno, sartén o freidora de aire, pero siempre conviene seguir las indicaciones para conservar la textura óptima. Evitar el exceso de aceite así como la sobrecocción es esencial para no perder la esencia del plato.
Las patatas bravas, con su mezcla de sencillez y sabor, se mantienen como uno de los grandes referentes de la cocina española. Desde las barras de los bares hasta las cocinas domésticas, su popularidad enorme no ha dejado de crecer.
En la actualidad las marcas apuestan por recetas más naturales y formatos adaptados a la vida moderna, manteniendo viva la esencia de esta tapa inconfundible.
Ya sea en su versión clásica con salsa brava, con toque de alioli o en propuestas más atrevidas con pimentón ahumado y chipotle, las patatas bravas continúan siendo un gran homenaje a la gastronomía española, demostrando que la tradición puede convivir con la innovación.